Aberdeen es una postal del futuro. El paisaje de la capital británica está marcado por aerogeneradores marinos, colectivos que funcionan a hidrógeno y la actividad offshore en el Mar del Norte. Las renovables y los fósiles conviven en armonía.
La localidad escocesa es la cumbre de la transición energética, pero sus miembros no reniegan de los hidrocarburos. Saben que sin petróleo es imposible financiar los proyectos renovables. Así, Cambo, el yacimiento que se encuentra frente a la costa del archipiélago escocés de Shetland, continuará produciendo generando divisas y fuentes de trabajo.
La invasión de Rusia a Ucrania puso a los hidrocarburos en el centro de la escena. Los valores se dispararon y los conflictos geopolíticos generaron que la dependencia de los fósiles se extendiese un poco más de lo previsto.
Otro impacto del conflicto bélico determinó que se entendiera que la transición energética no será de “la noche a la mañana” y que los discursos están marcados por el concepto de seguridad energética.
Aberdeen es una ciudad que parece haber aprendido de sus errores. En la actualidad trata de lograr una supervivencia económica para no repetir la crisis generada por el cierre repentino de minas de carbón o altos hornos durante los años de la primera ministra Margareth Thatcher.
En la capital británica tampoco se olvidan de la caída del precio del crudo en 2014, que generó una ola de despidos y una desaceleración de su economía.
La localidad invierte en renovables sin “molestar a los gigantes petroleros”. La ampliación de puerto es uno de sus principales proyectos. La terminal marítima permite transportar los insumos para la instalación de los aerogeneradores y ha obtenido una subvención del Gobierno escocés para investigar la viabilidad de almacenar hidrógeno bajo el agua.
Su ímpetu no termina allí. Fue una de las ciudades pioneras en el mundo al incorporar colectivos de dos pisos, que funcionan con hidrógeno. Las unidades sólo emiten vapor de agua y es el transporte público de más de 220.000 habitantes.
El proyecto piloto comenzó en 2015 con la incorporación de los primeros autobuses impulsados a hidrógeno y la apertura de la primera estación de producción y reabastecimiento de hidrógeno para autobuses en el Reino Unido. También impulsó que los camiones recolectores de basura funcionen a base de hidrógeno.
Aberdeen: un horizonte
Comodoro Rivadavia y Aberdeen tienen muchos puntos en común. Los hidrocarburos como matriz productiva, el potencial de sus vientos y la posibilidad de avanzar en proyectos de hidrógeno. La localidad chubutense sufre el declino de sus yacimientos y busca la manera de reconvertirse sin dejar de lado al oro negro.
En cercanías de la localidad chubutense se encuentra Manantiales Berh, un bloque petrolero histórico que sigue escribiendo páginas de la mano de la recuperación terciaria y que rompe récords de generación de energía de la mano de su parque eólico.
Además, posee el área Diadema Argentina donde Capsa también impulsa su proyecto de recuperación terciaria, que convive con dos parques eólicos y una planta de hidrógeno. Este último proyecto produce 120 metros cúbicos cada día y lleva acumulado más de 3 millones de metros cúbicos desde hace 15 años. Esta cifra es el equivalente a 7 vueltas al mundo para una flota de 10 colectivos. Además, abasteció al país con más de 1.400.000 metros cúbicos de oxígeno de alta pureza.
“Hace poco hemos compartido la visita desde Inglaterra. En Escocia hay una región, un poblado que se llama Aberdeen, que es muy parecido a Comodoro Rivadavia. Tiene petróleo, tiene gas, pero también tiene mucho viento. En esta transición se está convirtiendo esa zona de Gran Bretaña a una especie de base de hidrógeno”, sostuvo Ariel Pérez, gerente de Energía del grupo Capsa, en el marco de la edición XXV de Jornada Técnicas de Petróleo y Gas del Golfo San Jorge, que organizó el Instituto Argentino de Petróleo y Gas (IAPG) en Comodoro Rivadavia.
“Se montó mucha energía eólica, se montó mucha infraestructura de hidrógeno y empieza a ser un pueblo de desarrollo de hidrógeno. Ese puede ser un caso como para decir qué está sucediendo en el mundo y qué se puede aprender de ahí”, consideró Pérez.
La actividad a la que hace referencia el gerente de Energía del grupo Capsa se trata de la exposición Subsea, que se realizó en febrero en Aberdeen. Hasta la capital británica viajaron la secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón; el ministro de Hidrocarburos de Chubut, Martin Cerdá, el ministro de Energía de Neuquén, Alejandro Monteiro; y la asesora legal de la Secretaría, Verónica Tito.
El viaje tuvo como prioridad difundir la potencialidad de los recursos energéticos del país y alentar las inversiones que contribuyan a la diversificación y sustentabilidad de la matriz nacional.
Si bien se sabe que las renovables no generarán la misma cantidad de puestos de trabajo que los hidrocarburos, las ciudades buscan que la transición energética sea lo más amigable posible para preservar el bienestar de cada comunidad.
Sin embargo, hay una diferencia sustancial entre Comodoro y Aberdeen. La localidad escocesa cuenta con un marco regulatorio y no es un dato menor. Es que Argentina todavía no se sienta a discutir su hoja de ruta y el sector energético pide condiciones claras que permitan darle previsibilidad a las inversiones que pueden hasta sextuplicar el capital que reciben los fósiles.