Así como Vaca Muerta tiene sus cuellos de botella para evacuar la producción del shale, las renovables también sufren la falta de infraestructura: la falta de líneas de alta tensión atentan contra los proyectos de las compañías.

En el marco del Foro de Transición Energética e Hidrógeno Verde, Fernando Antognazza, gerente general de la Asociación de Generadores de Energía Eléctrica de la República Argentina (AGEERA), brindó detalles de las obras que son necesarias en el país para que los proyectos puedan seguir creciendo.

El directivo recordó que, en el 2016, el país adhirió al Acuerdo de París lo que implica alcanzar ambiciosas metas de carbononeutralidad. “Para poder alcanzar esas metas, adicionalmente a lo que es la evolución del hidrógeno, se necesita cambiar la matriz argentina para cubrir simplemente, o nada más y nada menos, que la demanda total del país, la domiciliaria, la industrial”, consideró.

“Nosotros podemos poner como ejemplo un estudio que se hizo en la plataforma de escenarios energéticos, donde se convocó a nueve escenaristas para proyectar la matriz energética al 2040. Uno de los escenaristas fue nuestra asociación. Y se dieron distintas visiones, todas enfocadas a incorporar más fuentes renovables a nuestra matriz”, subrayó.

“Para alcanzar una matriz más verde en el 2040, sin tener en cuenta el hidrógeno, tenemos que incrementar nuestra capacidad instalada entre 40 y 70 gigavatios. La capacidad instalada actual de Argentina son 44 gigavatios. Es decir que tendríamos que más que duplicar la capacidad instalada dentro de 16 años. Realmente tenemos que movernos”, aseguró.

“Además, las fuentes renovables están lejos de los centros de consumo, con lo cual se necesita más infraestructura de transporte. Aproximadamente, más de 40.000 kilómetros de línea. Para dimensionar hoy en Argentina tenemos 36.000 kilómetros de líneas de alta tensión. También tendríamos que más que duplicar”, detalló.

Para Antognazza, el gran desafío de la industria de las energías renovables está en materia de infraestructura. “Es un gran desafío que debemos poner en marcha cuanto antes y para eso tenemos que generar las condiciones necesarias para que haya inversores que puedan venir a la Argentina y poder realmente hacer esto que fue una proyección, se convierta en una realidad”, subrayó el gerente general de AGEERA.