La estrategia de YPF no se limita a perforar pozos más rápido o vender más combustible. Según su presidente y CEO, Horacio Marín, el cambio profundo que atraviesa la compañía nace de una cultura de excelencia que conecta cada detalle operativo: “Vos no podés ir a la estación y tener los baños sucios y hacer los mejores pozos. No existe eso”.
La frase resume un enfoque que busca contagiar compromiso desde las tareas más básicas hasta los proyectos más complejos. “En YPF está pasando algo que todo el mundo está trabajando con excelencia, y esos son los resultados”, explicó Marín en diálogo con Infobae.
La petrolera viene incorporando herramientas tecnológicas que transforman su operación. Marín reveló que hoy pueden perforar pozos en Vaca Muerta de manera autónoma desde Buenos Aires. “Hemos perforado pozos, treinta cuadras son verticales, treinta cuadras horizontales, en forma autónoma, desde Buenos Aires con la computadora. Desde Puerto Madero”, contó.
Esto forma parte de un proceso de digitalización que permite manejar operaciones en tiempo real y ganar productividad. “Estamos poniendo todo en real time, le digo cosas muy flasheables”, añadió. Para Marín, esa visión técnica y de gestión se complementa con un componente emocional que moviliza a toda la organización.
El orgullo que contagia de YPF
“Para que una empresa sea excelente tiene dos características: una, que se trabaje con gestión y con emoción; y la otra, que todos sean excelentes”, explicó. Este enfoque se refleja tanto en las estaciones de servicio como en los centros operativos de alta tecnología.
Las encuestas internas muestran que YPF es percibida por los argentinos como la compañía número uno en calidad, incluso por encima de competidores internacionales. Para Marín, eso tiene una explicación sencilla: “Es contagio de orgullo. Si yo hablo me emociono porque es mi objetivo de vida”.
Ese sentimiento compartido atraviesa a toda la estructura. “El orgullo celeste y blanco está en el que te vende la empanada, la hamburguesa, y también en el que tenés en la torre haciendo los números gruesos”, remarcó.
Marín también destacó el rol central de YPF en el desarrollo energético argentino: “Vaca Muerta sin YPF no se desarrolla. Se desarrolla con YPF y con toda la industria, pero sin YPF no se desarrolla. Es una condición necesaria, no suficiente, pero necesaria”.
El ejecutivo planteó que la compañía está enfocada en un objetivo común: impulsar un proyecto de país. “Todos tenemos un objetivo de país, no importa cómo pensemos. Como generación, estamos obligados a meter más que un campo en el 2031. Es nuestro granito de arena y todos queremos trabajar en el país”, dijo.
“La adrenalina de Wimbledon”
Marín comparó su experiencia actual con su pasado como deportista profesional. “Yo trabajé 35 años en otra compañía y siempre estuve pensando: ¿por qué ahora siento la adrenalina que sentía cuando era tenista? Cuando jugué Wimbledon Championships, esa adrenalina del deportista no se ve nunca más. Y me di cuenta de que es porque al final del día vos trabajás para el país en YPF”, reflexionó.
“Es una empresa privada que tiene mucho impacto en el país y la gente lo siente así. Yo voy a una estación de servicio y te abrazan, te vienen a dar besos y te dicen: ‘seguí así, no aflojes, porque así salimos’”, agregó.
La combinación de tecnología avanzada, objetivos compartidos y un fuerte sentido de pertenencia está redefiniendo el rumbo de YPF. Desde los baños impecables en las estaciones de servicio hasta las perforaciones autónomas controladas desde Puerto Madero, la petrolera busca consolidar una cultura en la que la excelencia sea transversal.