La inteligencia artificial dejó de ser un concepto futurista para convertirse en una herramienta central en el petróleo argentino. Las principales operadoras del país están transformando sus operaciones mediante centros de control en tiempo real, drones, robótica y realidad aumentada. El objetivo es claro: ganar eficiencia, reducir riesgos y anticipar problemas antes de que ocurran.

Desde Vaca Muerta hasta Cerro Dragón, la innovación tecnológica está cambiando la manera en que se produce petróleo y gas. YPF, Pan American Energy y Tecpetrol encabezan este proceso con modelos distintos, pero con una misma dirección estratégica: usar datos e inteligencia artificial como motor de productividad.

Centros de inteligencia en tiempo real: el caso YPF

En diciembre de 2024, YPF inauguró en Buenos Aires su primer centro de operaciones de inteligencia en tiempo real para perforación y terminación de pozos. La iniciativa fue liderada por Horacio Marín, presidente y CEO de la compañía, como parte de la estrategia para fijar nuevos estándares de eficiencia en Vaca Muerta.

El YPF Real Time Intelligence Center (RTIC) opera las 24 horas los siete días de la semana y permite controlar en simultáneo 20 equipos de torre y 8 sets de fractura. La sala procesa más de 100 variables en tiempo real y analiza más de 80 indicadores clave de desempeño. Esta infraestructura, potenciada por conectividad satelital de alta velocidad, permite que cada pozo sea monitoreado segundo a segundo.

En agosto de 2025, la compañía dio un paso más al inaugurar un RTIC en Neuquén, con capacidad para supervisar más de 2.000 pozos. Allí trabajan 130 personas en células operativas que monitorean perforación, mantenimiento, logística y transporte. El centro también controla la actividad de más de 290 camiones y 350 operarios en campo.

Los drones juegan un rol central. Ocho vuelos diarios permiten inspeccionar instalaciones, detectar anomalías y reportar eventos en tiempo real. “Queremos ser la empresa de no convencional más eficiente del mundo”, señaló Germán Piccin, gerente de Tecnología de YPF, durante la presentación del nuevo espacio.

Operaciones remotas y eficiencia: la estrategia de PAE

Mientras YPF consolida su sistema de inteligencia centralizada, Pan American Energy apuesta a la transformación digital en Cerro Dragón, el mayor yacimiento convencional del país. El Centro de Operación Remota (COR) de la compañía permite supervisar todo el campo desde una única sala, abandonando esquemas de supervisión dispersos y costosos.

Antes, las decisiones operativas se tomaban en forma descentralizada, con recorridos de hasta 20 kilómetros para tareas rutinarias. Hoy, un operador remoto puede abrir o cerrar válvulas desde la sala de control, y la información que antes demoraba dos días llega en tiempo real.

“Este tipo de estrategia nos permite ganar un pozo por día”, explicó Sebastián Federico, gerente del COR. Con la digitalización, PAE redujo a la mitad los recorridos en campo, que llegaban a dos millones de kilómetros mensuales, y apunta a seguir bajando esa cifra. La eficiencia no solo se mide en costos: también se traduce en mayor producción y seguridad.

El despliegue de drones y cámaras inteligentes llevó la supervisión a otro nivel. Actualmente, 10 drones realizan patrullajes diarios, detectan irregularidades y emiten automáticamente órdenes de trabajo. PAE planea aumentar esa flota a 40 unidades. Además, las cámaras térmicas permiten identificar fugas o fallas invisibles al ojo humano, lo que acelera las respuestas y minimiza riesgos.

La conectividad también es parte del ecosistema tecnológico. La instalación de antenas satelitales Starlink en camionetas y el sistema Drixit permiten monitorear en tiempo real la ubicación y condición de los trabajadores. “La idea no es controlar a la gente, sino darle herramientas para que pueda trabajar en el campo”, remarcó Federico.

Realidad aumentada, IA y drones: la visión de Tecpetrol

En el caso de Tecpetrol, la innovación tecnológica se organiza en tres frentes estratégicos: inteligencia artificial, ex reality (realidad extendida) y robótica con drones.

En diálogo con el canal del IAPG durante la AOG 2025, Alan Calvosa, IT Digital Innovation Manager de la compañía, el objetivo es imaginar “al operario del 2030”, equipado con herramientas que mejoren su seguridad y desempeño.

La empresa utiliza realidad virtual para capacitar a operarios en situaciones críticas antes de que pisen el campo. Se simulan cortes de energía, procesos de arranque de planta y procedimientos de contingencia. El hardware es importado, pero el desarrollo de software y la integración tecnológica se realizan con consultores locales.

En paralelo, Tecpetrol busca incorporar drones autónomos en Fortín de Piedra, su yacimiento estrella. La empresa ya opera un dron de este tipo en México y planea replicar esa tecnología en Argentina. Estos dispositivos permiten hacer vuelos programados, obtener imágenes térmicas y medir emisiones de metano sin necesidad de presencia humana en zonas de difícil acceso.

Fortín de Piedra representa el 16% de la producción de gas del país, por lo que cada mejora operativa tiene un impacto significativo. El despliegue de IA y robótica permitirá anticipar fallas, optimizar rutinas y aumentar la disponibilidad de los equipos en uno de los activos más importantes del sector energético nacional.

La expansión de la inteligencia artificial y la digitalización no es un fenómeno aislado. Es una estrategia transversal que cruza a las principales operadoras del país. Cada compañía adapta la tecnología a su perfil operativo, pero todas comparten un mismo lenguaje: datos, conectividad y eficiencia.

Los RTIC de YPF, el COR de PAE y los programas de innovación de Tecpetrol muestran que la industria hidrocarburífera argentina está atravesando un cambio estructural. El petróleo ya no se produce únicamente con equipos y válvulas: también se produce con información procesada en tiempo real.

Los operarios de campo se están transformando en operadores digitales, los recorridos manuales en vuelos de drones y las decisiones diferidas en respuestas instantáneas. La frontera entre el pozo y la pantalla es cada vez más delgada, y el futuro operativo se está definiendo hoy, en cada sala de control.