Fue la peor reunión de los últimos años en la historia del petróleo”. Así definió Jorge Ávila al encuentro del viernes donde las operadoras de la parte norte de la Cuenca del Golfo San Jorge comunicaron su plan de inversión para este año.

Tal como informó eolomedia, el Gobierno de Chubut y el Sindicato de Petroleros Privados de Chubut esperaban que las empresas anuncien un incremento de sus actividades para contrarrestar la baja de personal y darle aire a los trabajadores que no pueden subir al campo. Sin embargo, nada de eso pasó.

Algunas compañías anunciaron que mantendrían el mismo nivel de actividad y otras ofrecieron un capital que apenas superaba los 10 millones de dólares. “Es una falta de respeto para la provincia de Chubut y, por eso le pedimos al gobernador (Ignacio Torres) que intervenga urgente para ver cómo se va a discutir”, afirmó el titular de petroleros convencionales en diálogo con La Voz del Sindicato.

El dirigente gremial planteó que Tecpetrol quiere irse de Chubut y abandonar sus actividades en el yacimiento El Tordillo, pero advirtió que no puede retirarse sin hacerse cargo del pasivo ambiental.

Asimismo, Ávila manifestó que los despidos comenzaron en la provincia y denunció que las empresas “quieren deshacerse de la gente sin pagarle un peso”. Y subrayó que la Cuenca del Golfo San Jorge no es Vaca Muerta, pero destacó los beneficios que ofrece la región como la baja de regalías. “Le bajamos un montón de cosas para que ellos sobrevivan”, afirmó.

En este sentido, el también diputado nacional advirtió que el gremio esperará novedades hasta el 22 de febrero, fecha donde terminarán las conciliaciones obligatorias dictaminadas por Nación. Si no hay novedades, la paz social puede romperse en Chubut. “A partir del 22 de febrero empezarán los paros y movilizaciones en el centro de Comodoro. Eso no lo tiene que dudar nadie. Nosotros vamos a defender el trabajo que tenemos”, destacó.

 

El pasivo ambiental de Chubut

Otro de los temas que estuvo sobre la mesa de la Casa del Chubut en Buenos Aires fue la intención de YPF de devolver una cierta cantidad de áreas. La empresa de mayoría estatal anunció un plan de inversión de 250 millones de dólares lo que marca una baja de 10 millones de dólares con respecto al 2023. “Esto ya significa despidos, gente en la calle y encima nos viene a pedir a nosotros la colaboración para que se mantenga la paz social. Bueno, esta operadora se va a encargar de romper la paz social”, aseveró.

Por su parte, el gobernador Torres sostuvo que “no podemos permitir que empresas como YPF, que se enriquecieron a costa del esfuerzo y los recursos de los chubutenses, ahora pretendan irse de la provincia como si nada, afectando las fuentes de empleo y dejándonos a nosotros el desastre ambiental que generaron con el ejercicio de sus actividades durante tantos años”.

En tal sentido, el titular del ejecutivo chubutense recordó que todas las empresas del mundo tienen la obligación de recomponer los pasivos ambientales ocasionados por su accionar, y aseguró: “No podemos permitir que compañías como YPF, que viene extrayendo hidrocarburos de nuestro suelo desde el año 1907, ahora pretendan irse como si nada, dejándonos únicamente las desastrosas consecuencias ambientales de sus actividades”.

Además, Torres señaló que “hay petroleras que anuncian muy libremente sus planes de devolución de áreas maduras, sin tomar dimensión de los enormes pasivos generados mientras lucraban en esas mismas áreas, haciendo usufructo de recursos que son de la provincia”, y agregó: “Me resulta sumamente preocupante que una empresa como YPF, que cotiza en bolsa y tiene al Estado como socio mayoritario, no quiera hacerse cargo de los daños ambientales que ocasionó durante más de cien años con sus actividades extractivas”.

Al respecto, el mandatario provincial prometió que “si YPF, o cualquier otra compañía petrolera que opera en la región, decide dejar de producir en nuestra cuenca, primero van a tener que pagar por los daños derivados de su contaminación”, y añadió también que “desde el Gobierno provincial no vamos a permitir que estas empresas se vayan de Chubut hasta tanto no hayan subsanado todo el pasivo ambiental que generaron”.

“Tenemos antecedentes y jurisprudencia que nos respalda”, detalló Torres, y puso por ejemplo el caso de Salta, donde una sentencia de la Corte de Justicia de dicha provincia determinó, en el año 2014, que YPF debía responsabilizarse por los daños ambientales causados por su accionar, incluso cuando la empresa ya había abandonado la zona en cuestión 7 años antes.