La Agencia Internacional de Energía (AIE) prevé que habrá estabilidad en los precios del petróleo a lo largo de este año con nuevos ingresos en la oferta que permitirán cubrir el crecimiento de la demanda.

El consumo mundial crecerá este año a 1,2 millones de barriles diario, un ritmo “significativamente más débil” que el alza del año pasado.

Esto se debe a la desaceleración del crecimiento de China, el principal consumidor mundial, según afirmó el director ejecutivo de la AIE, Faith Birol, en declaraciones citadas por la agencia Bloomberg.

El alza en la demanda no resultará en un crecimiento de los precios pues crecerá también la producción, particularmente desde países de América como Estados Unidos, Canadá, Brasil y Guyana.

“Este crecimiento es más que suficiente para cumplir con la demanda mundial. Así que, en caso de que no sucedan grandes tumultos geopolíticos o eventos climáticos extremos, esperamos una evolución moderada de los precios durante 2024”, agregó Birol, quién se encuentra en Paris en una reunión de la AIE donde participan más de 30 ministros de energía.

Los titulares de las carteras de Colombia, Costa Rica, Egipto, Singapur y Ucrania, entre otros, participan del evento que conmemora el 30º aniversario del organismo, y en donde se abordará, entre otros temas, el financiamiento de la transición energética, según detalló la agencia AFP.

En las últimas semanas los precios del crudo rondaron los US$ 80 el barril en el mercado londinense.

El buen caudal de oferta compensa los temores por mayores conflictos en Medio Oriente y los recortes en la producción realizados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+).

Birol advirtió sobre la posibilidad de que el cártel petrolero realice nuevos recortes para elevar los valores del barril.

El grupo petrolero aplicó una reducción de 900.000 barriles diarios para este trimestre.

Arabia Saudita manifestó que esta medida podría ser prolongada el mes próximo para el segundo trimestre.

“La inflación es un riesgo para la economía global, especialmente en los países emergentes. Necesitamos evitar acciones que alimenten la inflación, como la suba en los precios de la energía”, remarcó Birol.

Las políticas de producción no son el único punto de desacuerdo entre la AIE y la OPEP sino también las proyecciones hacia el futuro del mercado petrolero.

Birol reiteró que la estimación de la AIE es que la demanda global de petróleo se amesetará antes de que termine esta década, en la medida que el mundo comienza a abandonar los combustibles fósiles como parte de la transición energética.

“La energía limpia está moviéndose rápido, más rápido de lo que la gente se da cuenta”, manifestó.

Un signo de ello es que la propia Arabia Saudita –integrante de la OPEP- anunció la semana pasada que no avanzará con planes para expandir su capacidad de producción.

No obstante, la OPEP aún no le ve un techo a la demanda.

“Estamos viendo signos positivos de revisiones al alza en algunas partes de la economía global, como Estados Unidos. Creo que hablar de un pico en la demanda es algo que probablemente que está muy lejos”, señaló hoy el secretario general de la organización, Haitham Al Ghais, durante un panel en Dubai.