La Cuenca del Golfo San Jorge sufre la caída de su producción. Los campos dan cuenta del paso del tiempo y las empresas deben buscar diferentes alternativas para mantener viva la actividad.
YPF es un claro ejemplo de cómo extender la vida de los yacimientos. Manantiales Berh no ha parado de marcar récords de producción gracias a la recuperación terciaria. El primer piloto de inyección de polímeros comenzó hace más de ocho años en la zona de Grimbeek. Los excelentes resultados obtenidos permitieron ampliar el proyecto que incluyó la puesta en marcha de 8 plantas modulares a través de las cuales se lograron romper récords históricos de producción en un área con más de 90 años de historia.
“Los campos tienen su ciclo de vida. Empieza con una producción muy creciente hasta que empiezan a declinar. Eso sucede con todos los campos del mundo con lo cual hay que lidiar con esos declinos y hoy hay tecnología y una metodología técnica para poder aumentar ese factor de recobro de producción. Es decir, recuperar un poco más de lo que está en el subsuelo”, explicó Fernanda Raggio, vicepresidenta de Upstream Convencional de YPF, en el marco del ciclo Ámbito Debate.
“Hoy las compañías que tienen campos maduros declinando invierten en tecnología y en conocimiento para poder recuperar más el fluido que queda en el subsuelo por producir. Entonces, hay una mirada nueva y un rejuvenecimiento de los campos maduros y tenemos el desafío de mantener y aumentar la producción”, subrayó Raggio.
El papel de Cerro Dragón
Otro de los activos que es una marca registrada de la Cuenca del Golfo San Jorge es Cerro Dragón. Pan American Energy (PAE) es la operadora del bloque insignia del convencional. “Para PAE, Cerro Dragón es importantísimo y ha sido el motor de la compañía de las últimas décadas”, afirmó Rodolfo Freyre, vicepresidente de Gas, Energía y Desarrollo de Negocios de PAE.
La producción de Cerro Dragón es de casi 15.000 metros cúbicos de petróleo y 78 millones de metros cúbicos de gas con la particularidad de que ese gas es utilizado para mantener la operación del yacimiento.
“Mantener la producción requiere un esfuerzo de inversión anual multimillonario. Es mucho lo que se invierte para poder sostener la producción en estos campos maduros. A veces no queda en evidencia el esfuerzo que requiere por parte de la compañía mantener esa producción”, aseguró Freyre.