Comodoro Rivadavia puede convertirse en la ciudad sinónimo de la transición energética. En la actualidad, los yacimientos petroleros conviven con parques eólicos y se prepara para lo que viene. Diadema Argentina, el área operada por Capsa, es la verdadera foto del futuro. Allí, está uno de los bloques más antiguos del país, aerogeneradores y una planta piloto de hidrógeno.

El proyecto Hychico se encuentra en producción desde hace 10 años y puede convertirse en el primer paso para industrializar este vector energético. Ese será uno de los puntos que se analizará en el Foro de Transición Energética e Hidrógeno Verde.

“Hoy la energía que producís a partir del viento es una energía que se consume localmente, pero con la posibilidad de fabricar hidrógeno vos tenés la posibilidad de exportar un bien que va a ser muy valorado en pocos años. A partir del 2030 en adelante, el mercado internacional del hidrógeno va a ser una realidad”, consideró Juan Carlos Villalonga.

En diálogo con eolomedia, el presidente de GLOBE y miembro de la PlataformaH2 Argentina sostuvo que para dar el salto de producir a grandes escalas es necesario un marco regulatorio robusto que de previsibilidad a las inversiones.

“Esto es de muy largo plazo y son muchos años en los cuales esos proyectos deberían estar produciendo hidrógeno a un costo competitivo, de manera tal que le dé seguridad a los compradores que van a tener un suministro seguro. Y esto es importante porque los compradores son los que hoy nos pueden ayudar a desarrollar esta industria”, afirmó.

“Claramente esto significa un acuerdo de cooperación internacional, financiera y tecnológica para desarrollar los proyectos y luego vendrá una operación comercial o una cooperación de índole comercial”, subrayó.

Qué se necesita para exportar hidrógeno

La oportunidad de exportar hidrógeno se ve atravesada por los interrogantes que subsisten a la hora de exportar. La opción más viable se da a través de amoníacos. “Con el hidrógeno verde uno puede producir amoníaco y ese sería el producto que se transportaría en barco, porque sería un elemento fácilmente transportable”, aseveró Villalonga.

“En general siempre se pensó el hidrógeno como una sustancia que iba a ser transportada a través de algún medio o algún compuesto intermedio que permita un traslado mucho más sencillo, porque como gas es complicado”, agregó.

Si bien el país se prepara para adentrarse en la aventura del gas natural licuado (GNL), esa tecnología no podría ser aplicable con el hidrógeno ya que demandaría mucha energía.

“Lo más fácil es que la molécula de hidrógeno en definitiva se integre con algún compuesto que vaya a ser con el que se traslade y, de esta manera, sea mucho más barato”, evaluó el miembro de la PlataformaH2 Argentina.

Los demandantes de hidrógeno lo usarán como amoníaco o podrán que obtener nuevamente el hidrógeno y el amoníaco fue simplemente una manera de trasladarlo. “Simplemente hay muchas opciones, todavía no hay certeza de cuál exactamente va a ser la cadena de suministro más eficiente y competitiva y eso se va a ir decidiendo en los próximos años”, destacó Villalonga.