La situación no es nueva. Es una tendencia que se multiplica con el correr de los meses. Cada vez más trabajadores dejan la Cuenca del Golfo San Jorge para trabajar o instalarse en Vaca Muerta.
A mediados del año pasado, el convencional comenzó a sufrir la migración de varias empresas de servicios. Las compañías dejaban Chubut para buscar la rentabilidad del shale. Los costos de perforar en una cuenca madura son mayores a los de Vaca Muerta, sumado a que en cada perforación se encuentran grandes niveles de agua que complican las operaciones. Este último punto es el gran desafío para los actores de la industria para que la producción no siga cayendo.
Calfrac fue la última compañía que envió telegramas de despidos que se explica por la baja de los equipos de Tecpetrol en Chubut. Los gremios de petroleros convencionales y jerárquicos buscan la manera que las compañías no abandonen la Cuenca del Golfo San Jorge, pero la rentabilidad de Vaca Muerta colisiona contra cualquier plan de contingencia. Los dirigentes gremiales pidieron que al Gobierno nacional que actúe ante una sangría de empresas y trabajadores que es cada vez mayor. Sin embargo, las políticas de Casa Rosada nunca llegaron.
Según pudo saber eolomedia, ya hay más de mil trabajadores de Chubut que se desempeñan en Vaca Muerta. En algunos casos -como opción a los despidos- las empresas ofrecen a sus trabajadores llevárselos a Neuquén. La propuesta se basa en pagarles el salario y el alojamiento en Neuquén. Dependiendo de la experiencia y especialidad, las compañías ofrecen aumentar sus salarios y pagar un plus, que puede ser más dinero por dejar la ciudad o por trasladar a todo su grupo familiar hacia Vaca Muerta. El pago del alquiler es otro de los incentivos que ponen las compañías sobre la mesa, que puede variar dependiendo de los integrantes de cada familia.
El último caso conocido fue el de los trabajadores de Wenlen. La compañía acusó el golpe de la finalización de su contrato con Pan American Energy (PAE) y debió tomar cartas en el asunto. Parte de su personal aceptó la oferta de retiros voluntarios mientras que otros decidieron irse a trabajar en el no convencional.
La estrategia se basa en que los trabajadores estén 20 días en la Cuenca Neuquina, pero ya se trabaja para que estén un mes entero abocados a las tareas de la formación.
La Cuenca del Golfo San Jorge siempre fue una escuela para diferentes profesionales. Esta no es la excepción y más teniendo en cuenta el crecimiento de Vaca Muerta.