Pan American Energy (PAE) está transformando sus operaciones en la Cuenca del Golfo San Jorge, apostando por la digitalización, la operación remota y procesos redefinidos. La compañía busca aumentar la productividad y garantizar la sustentabilidad en Cerro Dragón.

La nave insignia de PAE en el convencional es “una provincia dentro de la provincia del Chubut”. Para tomar referencia del desafío que implica operar Cerro Dragón, el bloque abarca aproximadamente 3.500 kilómetros cuadrados y cuenta con más de 4.200 pozos productores activos.

La productividad por pozo es baja, lo que hace imprescindible contar con más de 1.100 pozos inyectando 24 horas al día y desarrollar proyectos de recuperación secundaria y terciaria.

La magnitud de la operación incluye más de 100 instalaciones, 30 plantas de inyección, 2 plantas de tratamiento, 3 parques de tratamiento de gas y una capacidad de generación eléctrica autosuficiente, sin necesidad de conectarnos a la red nacional.

El cambio clave de PAE

En el marco de la 10° edición de la Expo Industrial de Comodoro Rivadavia, Tomás Catzman, gerente ejecutivo de Operaciones Golfo San Jorge de PAE, explicó que la redefinición de procesos y la incorporación de tecnología han permitido operar de forma más eficiente y segura.

“Estamos trabajando con automatismos, sensores, cámaras y drones que minimizan riesgos y optimizan la supervisión. Por ejemplo, un algoritmo revisa diariamente los 4.000 pozos, detecta alertas y permite que el ingeniero o supervisor se enfoque solo en los que requieren atención”, destacó.

En julio de este año, PAE logró operar el 100% de sus instalaciones de forma remota desde su base en Comodoro Rivadavia. Esto incluye plantas de tratamiento de crudo y gas, equipos de torre y generación eléctrica.

Tecnología al servicio de la seguridad

Un avance destacado es la implementación de dispositivos que monitorean la salud de los trabajadores. “Este sensor, similar a un reloj inteligente, geolocaliza a la persona y detecta cambios en sus signos vitales. Si ocurre un evento, se dispara una alarma automáticamente, incluso si el trabajador no puede activarla”, explicó Catzman.

Además, destacó el impacto de la digitalización en la seguridad vial. “Minimizar los kilómetros recorridos gracias a la tecnología es vital, especialmente en rutas compartidas con particulares”, subrayó el directivo.

Un enfoque sustentable y eficiente

La operación remota también permite responder de forma rápida ante emergencias. La emergencia climática que azotó al sur de Chubut en junio generó diversas complicaciones en la región y puso a prueba el sistema aplicado por la compañía. El gerente ejecutivo de Operaciones GSJ de PAE ponderó que la central remota facilitó rescatar a empleados aislados y mantener la producción en funcionamiento. “Desde el centro remoto conformamos un equipo de emergencia natural y, en pocos días, restauramos la operación de campo sin parar la producción”, señaló.

Para Catzman, esta transformación marca un cambio de paradigma: “Antes operábamos como 6 o 7 pequeñas empresas. Hoy podemos priorizar recursos y movernos como una gran empresa integrada para mejorar la productividad”.

Con esta estrategia, PAE refuerza su compromiso con la innovación tecnológica, la seguridad y la sostenibilidad en el desarrollo energético de Argentina.