Vaca Muerta: ¿priorizar la cercanía o la calidad?

La planta de arenas silíceas de Dolavon volvió a abastecer la actividad de YPF en Vaca Muerta. Así lo confirmó el secretario general del Sindicato de Camioneros en Chubut, Jorge Taboada, tras las negociaciones que se llevaron a cabo entre el gobernador Ignacio Torres y el presidente de la compañía, Horacio Marín.

Tal como informó eolomedia, YPF comprará 20 mil toneladas a la planta chubutense y permitirá darle trabajo a más de 100 personas.

Con la reactivación de esta cantera, Vaca Muerta recibirá arenas silíceas de Entre Ríos, Río Negro y Chubut. A esto se le debe sumar que Neuquén busca consolidar su producción de arenas silíceas para reducir sensiblemente el precio de este insumo crítico para el shale.

Lo que requiere Vaca Muerta

Las etapas de fractura permiten conocer el ritmo de la actividad en Vaca Muerta. Para tener una idea del crecimiento de las operaciones, las compañías pasaron de realizar 2 punciones diarias, en el inicio de la aventura del no convencional, a mantener un estándar de 10 fracturas por día.

Esos números se lograron gracias al papel que juegan las arenas silíceas. Este elemento es vital para el engranaje del shale. Se estima que en cada etapa de fractura se inyectan entre 200 y 300 toneladas de arena. Es decir, en cada pozo se necesitan entre 10 mil y 15 mil toneladas.

El desafío de la industria se basa en el transporte de ese componente vital para el no convencional. La arena es transportada en camiones desde las plantas hasta los yacimientos y cada unidad puede movilizar hasta 30 toneladas. Cada set de fractura puede llegar a necesitar entre 50 y 100 camiones por día.

Los números son más grandes si se tiene en cuenta que Vaca Muerta mantiene un promedio de 1500 etapas de fractura por mes, lo que implica unos 4 millones de toneladas al año. “Cuando uno mira el plan de crecimiento para llegar a ese millón de barriles por día estamos hablando que en pocos años vamos a tener que triplicar o cuadruplicar la producción de arenas”, afirmó Damián Strier.

En el marco del webinar “Arena, Insumo estratégico para Vaca Muerta”, organizado por Megsa, el director de estrategia de NRG Argentina S.A. explicó que la compañía alcanzará la cifra de 1.300.000 toneladas de arena gracias a su flota de 160 camiones y la contratación de otros 250 camiones tercerizados.

Vaca Muerta mantiene alto el nivel de fracturas.

Panorama

Bajo estos argumentos ¿qué conviene más: arenas de cercanía o de calidad? Para Strier, el foco estará puesto en cómo abastecer la demanda de los sets de fractura en el mediano plazo. Las proyecciones marcan que Vaca Muerta aumente su requerimiento de arenas silíceas en un 20%, por lo que espera que las compañías incrementen su capacidad y aparezcan nuevos jugadores en la escena.

“No veo un problema en cuanto a la cantidad de recurso disponible. La arena va a ir acompañando el crecimiento de la actividad”, consideró.

Neuquén esta realizando estudios para conocer la calidad de sus canteras. Ese será un paso fundamental para las operaciones en el no convencional. El director de estrategia de NRG describió las complicaciones que demanda transportar 30 toneladas desde Entre Ríos.

En este sentido, Strier advirtió que esos problemas logísticos pueden incrementarse si la demanda llega a escalar a 12 o 13 millones de toneladas. “Las arenas de Río Negro, y si aparecieran arenas de calidad en Neuquén, sería la solución sostenible para llegar a esos volúmenes”, aseveró.

Las arenas silíceas no solo son clave para que exista el fracking sino que, según explicó Strier, incide aproximadamente en un 15% del costo total del pozo. Es por eso que las canteras que estén más cerca de las operaciones serán importantes para lo que viene.

El quid de la cuestión

“Las arenas de cercanía son bastante más baratas que las de Entre Ríos, pero son de menor calidad. Sin embargo, esa baja de calidad no se ve reflejada o al menos no claramente en la productividad de los pozos”, subrayó el directivo de NRG.

“De la misma manera que pasó en Estados Unidos donde arrancaron con arenas de Wisconsin, que son espectaculares e incluso mejores que las de Entre Ríos y terminaron bombeando arenas de cercanía en Permian porque económicamente era conveniente y, además, no vieron efectos en la productividad de los pozos”, ponderó.

“Aunque no sea tan conductiva la arena de cercanía, la ganancia sigue siendo infinita frente a la formación. Si uno se pone a analizar ve que las arenas de cercanía cumplen las normas, pero el punto flaco sería el crashing. Es decir, la presión de confinamiento la cual se rompe el producto. Si bien las arenas de Entre Ríos son muy superiores, la realidad es que la formación nunca llega a presiones suficientemente altas como para romper en una proporción importante las arenas”, especificó.

La tendencia marca que las arenas de cercanía son el próximo paso para Vaca Muerta. Las empresas saben que deben afinar la sintonía para que el shale argentino pueda pisar fuerte el acelerador. Las condiciones están dadas, solo falta aceitar un poco más la máquina para que el velocímetro suba con mayor intensidad.

El fracking de Vaca Muerta apunta a las arenas de Río Negro

La restricción que pesa sobre las importaciones obliga a las empresas a buscar alternativas para seguir creciendo en Vaca Muerta. Uno de los pasos es sustituir la llegada de insumos del extranjero por productos locales y otro es avanzar en el proceso de optimización de la actividad en los yacimientos.

El objetivo es de las compañías sobrepasar las limitaciones de la falta de equipos en el país. Eso requerirá de colaboración de las empresas de servicios, operadoras, Gobierno nacional y de pymes para que el desarrollo de la formación no convencional se haga realidad.

El camino de la eficiencia en Argentina está basado en las experiencias internacionales que se trataron de regionalizar con el paso de los años. El próximo paso que están pensando las compañías es la utilización de las arenas de cercanías y la provisión de agua.

“Se está evaluando con arena de cercanía. Vamos a trabajar con arena de cercanía y de entre ríos. La arena de cercanía tiene un desafío mayor, porque no todos los equipos están preparados para trabajar con esa arena”, subrayó sales director de Argentina, Bolivia & Chile en Weatherford, Diego Martínez en el marco del Supplier Day que organizó Econojournal.

“Tenemos el desafío de saber reutilizar el agua y estamos trabajando en ese sentido. La visión que tenemos hacia adelante es el desarrollo de no convencionales bajo un modelo de responsabilidad social empresaria”, agregó.

Ernesto Díaz sostuvo que habrá tres pilares fundamentales para lo que viene en Vaca Muerta: el dualfrac o simulfrac, la distancia de las arenas silíceas y las ramas laterales.

“En lo que tiene que ver el dualfrac o simulfrac, Argentina se aceleró el aprendizaje por la falta de disponibilidad de equipos, pero en Estados Unidos ya es una tendencia clara y la adopción es cada vez más rápida por temas de eficiencia y reducción de costos”, subrayó el vicepresidente para Latinoamérica de la consultora Rystad Energy.

La curva de aprendizaje de Vaca Muerta es asombrosa por donde se la mire. En formación tenía un promedio de 2 o 3 etapas de fracturas por día y, en la actualidad, cuenta con un promedio de 11 punciones por día.

Para mejorar estos registros se deberá avanzar en los equipos y en la logística de las arenas silíceas. Guillermo Murphy, director de Supply Chain de Tecpetrol, sostuvo: “No me preocupa tanto la producción de arena, pero sí la logística. Pensar 5 millones de toneladas de arena a año requiere nueva infraestructura vial para traer la arena de Entre Ríos o de las canteras de Río Negro”.

Para el directivo de la empresa del Grupo Techint, la realización de 22 mil etapas de fractura al año implica 5 millones de toneladas de arena por lo que ponderó que “la logística de llevar la arena implica el desarrollo de infraestructura”.

“Tenemos que trabajar con una planificación anticipada con los gobiernos de Neuquén y Río Negro y generar infraestructura vial para que esa eficiente la logística”, afirmó.