Mientras Argentina avanza en obras clave para consolidarse como potencia energética regional, el desafío de convertir su gas natural en una fuente de exportación constante vuelve a escena. Juan Jasson, gerente comercial de Gas Natural Regional de YPF, lanzó una advertencia clara: el país debe decidir si está preparado para exportar los 365 días del año o si seguirá apostando solo a los excedentes estacionales.
En un contexto internacional complejo, donde la seguridad energética cobra un valor estratégico, Jasson remarcó la necesidad de mirar más allá del corto plazo. “Ojo, el mundo está convulsionado, por decirlo delicadamente, tenemos que estar seguros que vamos a poder tener nuestra propia energía”, afirmó durante el evento “Integración Gasífera en el Mercosur + Chile: Perspectivas”, organizado por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE)
Brasil, un mercado exigente
Para Jasson, uno de los mercados con mayor potencial para el gas argentino es Brasil, aunque su demanda plantea un estándar más elevado. “El cliente de Brasil quiere 365 días de gas, de una forma o de otra. La pregunta es cómo se lo vamos a dar”, insistió.
El ejecutivo diferenció entre dos tipos de clientes: el mercado eléctrico —que opera bajo una lógica “on call”, es decir, por demanda— y el industrial, que busca acuerdos firmes a largo plazo. “Me encanta el gas argentino, es competitivo, lo quiero 365… pero 365 no te lo puedo dar”, relató como ejemplo de la tensión entre lo que se ofrece y lo que se exige.
Además, señaló la posibilidad de integrar a Paraguay como parte de la solución regional y no descartó que se estudien nuevas obras de infraestructura. “Podemos ir a la CAF a pedir plata para hacer la expansión que necesitamos para tener suficiente gas que pueda subir, cruzar por Bolivia o hacer por Paraguay un gasoducto nuevo”, propuso.
Chile: memoria y alternativas
En el caso de Chile, Jasson advirtió que aunque hay margen para crecer, la confianza se quebró en el pasado. “Chile va a seguir teniendo GNL y algunas oportunidades, pero nunca va a desaparecer su plan B. Nosotros los invitamos a que desarrollaran ese plan B, y no se los dejo olvidar, porque a mí me lo recuerdan todas las semanas”, reveló.
Con ese antecedente, insistió en que el objetivo no puede ser una estrategia basada exclusivamente en ventas esporádicas. “¿Qué queremos hacer? ¿Llegar lejos o hacer una exportación spot? Y lo estoy diciendo a nivel país”, lanzó.
La “perinola” del gas
Para concretar exportaciones sostenidas en el tiempo, Jasson subrayó que es indispensable un reparto equilibrado de los beneficios y responsabilidades en toda la cadena: desde productores hasta transportistas y compradores. “Esto es el juego de la perinola, señores. Acá todos ponen. Ni el productor argentino se va a llevar 8 dólares por la molécula, ni los transportistas pueden querer llevarse el 80% del precio, ni el cliente brasileño va a poder comprar a un dólar”, sentenció.
Según su visión, el éxito dependerá de que el negocio sea sustentable e integrable: “Lo que ayuda a que seamos integrables es que esto sea sustentable. Quiere decir que todos tienen que ganar, pero todos tienen que perder. La buena negociación es aquella donde nadie sale contento”.
Asimismo, Jasson apeló a una metáfora africana para marcar el rumbo: “Solo voy más rápido, juntos vamos más lejos”. Con esa frase cerró una reflexión que interpela directamente a la política energética argentina: “¿Qué queremos hacer como país? ¿Exportar 365 días o quedarnos en el estival, que es lo fácil para mí?”.