PCR toma el control de las áreas Llancanelo en Mendoza

PCR e YPF S.A firmaron este jueves el acuerdo de cesión de las áreas Llancanelo y Llancanelo R. ubicadas en la localidad de Malargüe, luego de un proceso de análisis de aspectos técnicos, ambientales y económicos realizado por el Ministerio de Energía y Ambiente de Mendoza que autorizó la entrega de dichas áreas que conformaban uno de los clusters del Plan Andes que la petrolera nacional se está desprendiendo en la provincia de Mendoza.

De esta manera, a partir de esta firma PCR pasa a ser la operadora y concesionaria de las áreas Llancanelo junto con todos los activos relacionados para su explotación.

Este nuevo yacimiento, se suma a las 5 áreas que hoy PCR ya opera en la zona y que forman parte del sector norte de la Cuenca Neuquina: El Sosneado, Puesto Rojas, Cerro Mollar Oeste, La Brea, La Paloma-Cerro Alquitrán.

Dentro de los compromisos asumidos por PCR se destacan inversiones para la perforación de 13 pozos para los próximos 5 años (3 de ellos en 2025) y la implementación de tecnologías avanzadas para optimizar la producción de las áreas.

La misión de PCR

Hoy en día, el bloque produce 1800 barriles de petróleo por día a través de 39 pozos de producción, niveles que PCR prevé incrementar en el corto plazo. Adicionalmente, se planifica también la construcción de una planta de tratamiento de crudo y un ducto de transporte, que se ejecutarán dependiendo de los resultados positivos en las fases iniciales. La compañía estará sumando reservas por 8 millones de barriles de petróleo.

Las áreas Llancanelo y Llancanelo R se encuentran en explotación de petróleo pesado y de alta viscosidad, un recurso de alta demanda en el mercado actual. Ambas áreas son cedidas con concesiones de explotación vigentes, cuyos vencimientos operarán, en el caso de “Llancanelo”, en el año 2036, mientras que el área “Llancanelo R” vencerá en noviembre de 2027, con posibilidad de prórroga.

Martín Federico Brandi, CEO de PCR señaló: “Estamos muy contentos de concretar la adquisición de esta nueva área que se suma a las que ya operamos en la zona. Nuestro objetivo es poder incrementar la producción y las reservas de las nuevas áreas adquiridas, a través de la inversión en tecnología, perforando nuevos pozos y recuperando pozos que hoy se encuentran inactivos, siempre en un marco de sostenibilidad ambiental que es una prioridad de la compañía en el desarrollo de las áreas.”

“Existen nuevas tecnologías para hacer más productivos los yacimientos convencionales”

Tras su participación en el ciclo de intercambio público-privado del “Energy Program” en Houston, Estados Unidos, el intendente de Comodoro Rivadavia, Othar Macharashvili, ponderó el papel que jugarán los yacimientos convencionales.

“Hoy la inversión pasa por lo no convencional y en la región se está haciendo prospección con la esperanza de tener perspectivas positivas. No obstante, seguimos trabajando en la producción convencional, que vamos a tener por muchos años más”, reafirmó.

Del 10 al 14 de junio, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina, desarrolló una nueva edición del ciclo de intercambio público-privado del “Energy Program”, que contó con la participación de intendentes, funcionarios provinciales y legisladores nacionales; junto a empresas del sector de energía e industria que desarrollan sus actividades en Argentina.

El lugar de los bloques convencionales

Al respecto, Macharashvili afirmó que “este viaje se realizó con el compromiso de fortalecer y potenciar el diálogo sobre las oportunidades del sector energético, sumado al intercambio de información para el desarrollo de la industria en el país y sobre todo en nuestra región”.

“Precisamente se tomó contacto con la Alcaldía de Houston y con las empresas que están operando en Vaca Muerta, ya que se centralizó mucho en la extracción no convencional. Se observaron las perspectivas, su visión sobre estos yacimientos y el nuevo impulso que tiene el país en lo que hace al no convencional”, remarcó.

Sobre este tipo de explotación petrolera en nuestra zona, el intendente dijo que “las operadoras nos brindaron información de que existen algunos posibles yacimientos no convencionales que están siendo explorados con perspectivas de buenos resultados”, al tiempo que agregó que “para tener información concreta habrá que esperar, porque desde la perforación primaria hasta su producción, pasan entre 3 y 4 años”.

En este sentido, explicó que para pensar en la extracción no convencional también se deben evaluar otros tipos de inversiones, al detallar que “en primera instancia hay que armar la infraestructura de base, para después tener los mecanismos de conducción, procesamiento, y exportación. Todo eso se está haciendo hoy en Vaca Muerta, condición que se sabía hace 20 años. Con distintos ciclos, hoy se está invirtiendo con mucho impulso, siempre que las condiciones del país estén dadas”.

“Por esa razón fuimos desde intendentes hasta legisladores, también para informar el estado de situación actual, y en nuestra cuenca, explicar el trabajo de los yacimientos maduros”, resaltó.

La forma de trabajar

En base a esto último, Macharashvili afirmó que “en Estados Unidos, se trabaja de forma coordinada, para que el no convencional genere un fondo anticíclico, para sostener las zonas convencionales. Por ese motivo también visualizamos su forma operativa, porque hasta que se trabaje en encontrar zonas no convencionales, el convencional sigue fluyendo y aportando”.

Teniendo en cuenta esta perspectiva, el intendente sostuvo que desde la región se abordó la situación actual de las cuencas maduras. “Vamos a seguir trabajando con las operadoras y el Estado Nacional para generar las normativas que beneficien a estas cuencas maduras, y que las inversiones sigan existiendo, porque hay nuevas tecnologías para hacer más productivos los yacimientos convencionales”.

“Es lo que tenemos en nuestra zona y tendremos por muchos años más”, dijo al expresar que “dichas cuencas hoy, aportan al crecimiento del país. Es una industria que sigue impulsado el desarrollo de Argentina”, culminó.

Más de 30 compañías mostraron interés por los campos maduros de YPF

YPF informó que este viernes se cerró la instancia de recepción de ofertas para sus bloques convencionales. La empresa de mayoría estatal destacó que recibió más de 60 ofertas de más de 30 compañías nacionales e internacionales “lo que demuestra el interés y el éxito de la propuesta de la compañía en el mercado”.

Durante las próximas dos semanas, YPF analizará las propuestas recibidas e iniciará las negociaciones finales tendientes a la firma de los acuerdos para la transferencia de los activos durante el segundo semestre. Todo este proceso lo lleva adelante el Banco Santander junto a YPF como forma de garantizar la transparencia e independencia de las decisiones que se tomen.

El Proyecto Andes se extiende a 30 áreas convencionales agrupadas en 11 clusters ubicadas en las provincias de Mendoza, Neuquén, Río Negro y Chubut. Es de destacar que todos los clusters recibieron ofertas y generaron interés por las empresas participantes.

Esta iniciativa es uno de los cuatro ejes del plan estratégico de YPF y busca optimizar el portafolio del Upstream, concentrando la inversión en aquellas áreas convencionales y no convencionales que generen mayor valor para la compañía y sus accionistas y sean más acordes a su escala.

Lo que pedía YPF

Tal como informó eolomedia, la idea de los directivos de YPF no es que las demás empresas “oferten por ofertar para ver si consiguen algo”, sino que la propuesta sea específica.

En este sentido, el clúster El Trébol – Escalante de la Cuenca del Golfo San Jorge es quien despierta más consultas en la industria petrolera. Tal como informó este medio, el clúster chubutense tiene una extensión de 289,9 km2 y cuenta con una producción de petróleo de 7.112 bbl/d y de gas de 38 km3/d. Su concesión finaliza en noviembre de 2047.

Uno de los objetivos que persigue YPF es que las empresas que se queden con las áreas maduras es que revitalicen la actividad de los yacimientos y que “no saquen petróleo durante un año o dos y luego abandonen los bloques”. Además, se respetarán los contratos firmados para completar una “salida limpia” de las áreas en venta.

En el marco del evento Vaca Muerta Insights, Horacio Marín también confirmó una inversión total de 5.400 millones de dólares en Vaca Muerta y recordó “vine a YPF para que el país exporte 30.000 millones de dólares en 2030”.

Asimismo, aseguró “el primero de julio de 2026 se terminará el cuello de botella para la exportación de crudo a partir de la puesta en marcha del Vaca Muerta Sur” y anunció que la compañía comenzará a exportar gas natural licuado (GNL) en sociedad con la malaya Petronas a partir de 2026 desde la costa de Río Negro, a través de la terminal marítima que construirá la compañía en la zona de Punta Colorada.

YPF confirmó que se desprenderá de 55 áreas maduras

El directorio de YPF decidió avanzar con el proceso de racionalización y optimización de recursos de su portfolio de campos maduros para desprenderse de 55 áreas convencionales que no le resultan rentables a la compañía, a la vez que actualizó su evaluación de activos con un deterioro de US$ 1.800 millones, informó al mercado.

La medida forma parte de uno de los ejes centrales de la gestión del presidente y CEO Horacio Marin de focalizar la gestión en su portfolio de Vaca Muerta y las áreas convencionales rentables, lo que implica desprenderse de las áreas muy maduras que opera a pérdida, tema que fue motivo de cruces desde diciembre con los gobernadores de las provincias petroleras.

Desde su llegada a la empresa, Marin mantuvo encuentros de trabajo con los gobernadores de Neuquén, Rolando Figueroa; Chubut, Ignacio Torres; Santa Cruz, Claudio Ávila; y Mendoza, Alfredo Cornejo, y los distintos gremios petroleros a quienes planteó este plan de trabajo que incluía la necesidad de revertir las áreas no rentables que opera la compañía.

Marin encolumnó a sus colaboradores para llevar adelante un plan denominado 4×4, por el cual buscará multiplicar por cuatro el valor de mercado de la empresa en los próximos cuatro años, lo cual permitirá a la petrolera liderar el desarrollo de los hidrocarburos con la perspectiva de alcanzar en conjunto, hacia 2030, US$ 30.000 millones de exportaciones.

En lo que respecta a la desinversión en el convencional, la expectativa en la empresa es lograr definir para el segundo semestre del año una salida “con paz social” en acuerdo con autoridades y sindicatos, y con una búsqueda de soluciones para cada una de las áreas en las distintas provincias pero con la premisa de “no dejar a nadie en la calle”.

Tras la reunión de directorio, la compañía informó que avanzará en la aprobación del proyecto de racionalización que busca “optimizar el portafolio del upstream convencional, permitiendo a la empresa continuar desarrollando las áreas convencionales y no convencionales que aportarán mayor rentabilidad a la compañía y sus accionistas por dólar invertido”.

Los campos maduros que conforman el grupo de activos constan de un total de 55 áreas, informó la petrolera en su comunicación a la Comisión Nacional de Valores, las que forman parte de las que venían siendo valuadas en las provincias de Chubut, Santa Cruz, Neuquén y Mendoza.

La estrategia que habían adelantado semanas atrás fuentes de la compañía podrá consistir en la venta total de cada uno de los activos, la asociación con una pyme del sector que permita a YPF dejar de operar el área o la reversión de la concesión a la provincia correspondiente.

El nuevo horizonte de la conducción es “enfocarse en áreas de alta productividad y eficiencia de clase mundial”, lo que alimenta el objetivo de duplicar la producción de gas y petróleo no convencionales hacia 2030, es decir hasta 1,2 millones de barriles de crudo diario y los 200 millones de metros cúbicos de gas día.

Según se precisó, la medida “es consistente con los nuevos planes de gestión de la Compañía, que considera que la optimización del portafolio Upstream convencional es una de las palancas sobre las cuales se basa la estrategia de YPF, con foco en las actividades e inversiones en campos no convencionales, con el objetivo último de maximizar el valor para sus accionistas e inversores”.

El foco de la empresa en salir de los “yacimientos maduros” hace referencia a aquellas áreas que ya pasaron su pico “óptimo de producción”, y se explicó que “las buenas prácticas de la industria petrolera establecen que, para las compañías de escala como YPF, no resulta eficiente ni rentable producir petróleo en este tipo de yacimientos, los cuales en general son operados por operadores más pequeños que puedan dar continuidad a la actividad”.

En ese sentido, YPF aseguró que en este proceso colaborará de forma activa con “el desarrollo local y garantizará los puestos de trabajo durante la transición”, entendiendo que este proceso dinamiza la industria en su conjunto, ya que nuevas pymes locales podrán dar trabajo y desarrollo a cada región explotando áreas que de otra manera no podrían hacerlo.

A su vez, la compañía optimizará su inversión, pudiendo concentrarse en aquellas áreas convencionales y no convencionales que generen mayor valor para la compañía y sus accionistas y sean más acordes a su escala.

En todo este proceso, la compañía debió llevar adelante “una evaluación de recuperabilidad del valor contable de estos activos convencionales”.

Técnicamente se trata de un impairment, valoración contable que no afecta su operación cotidiana, pero que refleja el deterioro de un activo, en este caso el de los campos convencionales en base a los balances presentados por la compañía en 2022.

Así, la empresa informó al mercado que ese impairment evidenció un indicador de deterioro del valor al 31 de diciembre del 2023 estimado en US$ 1.800 millones en todo el análisis del convencional, no sólo de las 55 áreas de las que busca desprenderse.

En 2019 la empresa había presentado en su balance un impairment reflejando el deterioro del valor de sus activos motivado por la caída en los precios del gas, y posteriormente volvería a recalcular sus activos por la afectación de la pandemia en su operatoria, por lo que se trata de un proceso habitual.