Las exportaciones petroleras de Venezuela crecieron un 10,5% en 2024

Las exportaciones de petróleo de Venezuela aumentaron un 10,5% el año pasado a pesar de la inestabilidad política y los cambios en el sistema de sanciones de Estados Unidos contra el país, ya que los socios de la petrolera estatal PDVSA tomaron más cargamentos bajo licencias otorgadas por Washington.

Mientras el presidente Nicolás Maduro se prepara para iniciar su tercer mandato la próxima semana tras los controvertidos resultados electorales, las exportaciones de petróleo del país de la OPEP aumentaron por segundo año consecutivo, proporcionando ingresos para contribuir al crecimiento económico.

PDVSA, sancionada por Estados Unidos, y sus empresas conjuntas exportaron un promedio de 772,000 barriles por día el año pasado, la mayor cantidad desde 2019, cuando las sanciones energéticas fueron impuestas por primera vez por Washington, según datos de movimiento de buques e informes de envío de la compañía.

El efecto Trump

Los avances podrían estar en peligro después de que el presidente electo Donald Trump asuma el cargo. En su primer mandato, Trump impuso sanciones estrictas a Venezuela y ha seleccionado a funcionarios que podrían buscar recortar las importaciones estadounidenses de petróleo venezolano.

La administración del presidente saliente, Joe Biden, dio incentivos para fomentar unas elecciones presidenciales en Venezuela, pero después de que no se garantizaran las condiciones básicas para una votación justa, puso fin a una amplia licencia para el sector energético, emitiendo en su lugar licencias individuales a los exportadores.

Gran parte de las ganancias de exportación del año procedieron de los envíos de crudo venezolano a EEUU por parte de Chevron, en virtud de una licencia en vigor desde principios de 2023. Esa licencia ha permitido al productor recuperar millones de dólares de deuda pendiente con Venezuela.

China es el principal receptor

En total, las exportaciones de petróleo de Venezuela a EEUU se dispararon un 64% hasta unos 222.000 bpd el año pasado, convirtiéndose en su segundo mercado de exportación por detrás de China, que se llevó 351.000 bpd, un 18% menos que el año anterior.

Las autorizaciones de EEUU a productores europeos como Eni, Repsol y Maurel & Prom también aumentaron las exportaciones a Europa, que casi se triplicaron hasta 75.000 bpd el año pasado.

Las exportaciones a la India aumentaron hasta 63.115 bpd en 2024, frente a los 10.300 bpd del año anterior, según los datos.

Sanciones a exportaciones

El año pasado, Venezuela sufrió frecuentes paradas de sus refinerías, por lo que las exportaciones de crudo y combustible a su aliado político Cuba, que atraviesa una grave crisis energética, cayeron a 32.000 bpd, frente a los 56.000 bpd del año anterior.

Las exportaciones mensuales totales disminuyeron a 756.000 bpd en diciembre, desde un máximo de 974.000 bpd en noviembre, ya que uno de los cuatro mejoradores de crudo de PDVSA tuvo problemas operativos, mostraron los documentos.

Las importaciones de Venezuela de combustible y diluyentes clave para producir grados de crudo exportables aumentaron a unos 92.000 bpd desde 60.000 bpd en 2023, principalmente a través de canjes autorizados por EEUU con sus socios y clientes productores de petróleo, según los datos.

La producción de crudo del país aumentó un 17% hasta 914.000 bpd en los 11 primeros meses de 2024, según las cifras comunicadas a la OPEP, frente a unos 780.000 bpd en el mismo periodo de 2023.

Las exportaciones de GNL de EEUU tienen su primer declino en 8 años

Las exportaciones de gas natural licuado (GNL) de Estados Unidos se encamina este año a su primer descenso desde que el país comenzó a exportar el combustible hace ocho años. EEUU es el mayor exportador mundial de GNL  y un proveedor clave de gas a Europa tras la invasión rusa de Ucrania. Los precios del gas natural se han mantenido relativamente altos en Europa, ya que el esperado crecimiento de la producción estadounidense en 2024 no se ha materializado y el continente se prepara para una nueva sacudida de los precios del gas a medida que el clima invernal más frío agote existencias.

Los perforadores de gas natural se han beneficiado de la fuerte demanda de exportaciones de GNL, especialmente desde que las sanciones al gas ruso impulsaron la demanda europea de GNL estadounidense.

Los motivos de la caída

Los productores han indexado parte de la producción a los precios mundiales del GNL, por lo que la desaceleración de los flujos de gas a las plantas de exportación de GNL significa que tienen menos incentivos para aumentar la producción.

Desde 2016, cuando la planta Sabine Pass de Cheniere Energy en Luisiana envió su primer cargamento, el gas de alimentación a las plantas aumentó cada año, incluso en 2020, cuando los cierres durante la pandemia del COVID-19 recortaron la demanda de energía.

Las paradas de las plantas de GNL y los retrasos en la construcción de nuevas plantas han reducido la demanda en lo que va de año, según los datos de LSEG.

Cuando quedan sólo 11 días del 2024, la cantidad de gas que fluye a las ocho grandes plantas de exportación de GNL de Estados Unidos se redujo a un promedio de 13.000 millones de pies cúbicos por día (MMpcd) desde un promedio de 13.100 MMpcd en 2023, mostraron los datos de LSEG.

Unos 1.000 millones de pies cúbicos de gas pueden abastecer a unos 5 millones de hogares estadounidenses durante un día.

La disminución anual de la demanda se proyecta a pesar de que la primera nueva instalación de exportación de GNL desde 2022, la planta de exportación de Plaquemines de Venture Global LNG de 2.600 MMpcd en Luisiana, comenzó a producir GNL durante la semana pasada más o menos.

El futuro de las exportaciones

Pero la industria espera que la disminución de este año sea solo un parpadeo, ya que la capacidad de GNL de Estados Unidos más que se duplicará en los próximos cuatro años. La entrada en funcionamiento de nuevas plantas debería elevar la capacidad de 13.800 MMpcd a 17.800 MMpcd el año que viene, 20.300 MMpcd en 2026, 22.000 MMpcd en 2027 y 24.200 MMpcd en 2028.

Entre los principales factores de la caída de la demanda de gas de alimentación de GNL de este año se encuentran las numerosas interrupciones de la planta de Freeport LNG en Texas, de 2.100 MMpcd. Al menos uno de los tres trenes de licuefacción de la planta cerró todos los meses de 2024, excepto octubre, y algunos de esos paros duraron varias semanas, según datos de LSEG.

Freeport LNG es el segundo mayor productor de GNL de Estados Unidos, pero Plaquemines, de Venture Global, ocupará probablemente el segundo lugar una vez que esté en pleno funcionamiento.

Según Alex Munton, director de estudios sobre gas y GNL en la consultora Rapidan Energy Group, las previsiones apuntan a que las exportaciones aumentará un promedio de unos 2.000 MMpcd el año que viene, lo que supone un aumento significativo.

EEUU: la demanda de IA genera la mayor crisis energética de su historia

En medio de la revolución tecnológica, Estados Unidos se enfrentan a un desafío energético sin precedentes debido a la creciente demanda de energía por parte de la Inteligencia Artificial (IA).

La IA, con su capacidad para procesar grandes volúmenes de datos y realizar tareas complejas, ha demostrado ser una herramienta invaluable en diversos sectores, desde la medicina hasta las finanzas. Sin embargo, este avance tecnológico viene con un costo significativo en términos de consumo de energía.

Hasta la fecha, el crecimiento compulsivo de la IA ha demostrado ser prácticamente ingobernable. A medida que la tecnología se ha ido apoderando del sector tecnológico a pasos acelerados, los reguladores se han mostrado en gran medida impotentes para adelantarse a su propagación y evolución.

Se plantean preguntas sobre el alcance y la responsabilidad de la Inteligencia Artificial, pero hay pocas respuestas. Y luego está la cuestión de la gigantesca y creciente huella energética del sector y las emisiones de carbono asociadas, que ahora son tan significativas que el mundo desarrollado se enfrenta a una importante crisis energética como no se había visto desde antes de la revolución del esquisto.

“Los servicios basados en la inteligencia artificial consumen mucha más energía informática (y, por tanto, electricidad) que la actividad en línea habitual, lo que ha provocado una serie de advertencias sobre el impacto medioambiental de la tecnología”, informaba recientemente la BBC.

La demanda energética de la IA

Un estudio reciente de científicos de la Universidad de Cornell concluye que los sistemas de IA generativa como ChatGPT consumen hasta 33 veces más energía que los ordenadores que ejecutan software para tareas específicas, y cada consulta en Internet impulsada por IA consume diez veces más energía que una búsqueda estándar.

Se espera que el sector mundial de la IA sea responsable del 3,5% del consumo mundial de electricidad en 2030. En Estados Unidos, sólo los centros de datos podrían consumir el 9% de la electricidad generada en 2030, el doble que en la actualidad. A principios de este mes, Google reveló que sus emisiones de carbono se habían disparado un 48% en los últimos cinco años.

Estados Unidos no sólo necesita un crecimiento mucho mayor de las energías renovables para hacer frente a la insaciable demanda del sector tecnológico, sino que necesita más producción de energía, y punto, para evitar una escasez paralizante.

Dependencia

Es necesario actuar amplia y rápidamente en varios frentes para frenar el tren desbocado del consumo energético de la IA, pero Estados Unidos también necesita seguir el ritmo del gasto y el desarrollo de la IA de otras naciones por sus propios intereses de seguridad nacional. El genio ha salido de la botella y no va a volver a entrar.

“Ciertas áreas estratégicas de las capacidades de inteligencia artificial del gobierno de EEUU van actualmente a la zaga de la industria, mientras que los adversarios extranjeros están invirtiendo en IA a gran escala”, decía un reciente boletín del Departamento de Energía (DoE).

“Si el liderazgo del gobierno de EE.UU. no se establece rápidamente en este sector, la nación corre el riesgo de quedarse atrás en el desarrollo de IA segura y fiable para la seguridad nacional, la energía y el descubrimiento científico, y comprometer así nuestra capacidad para hacer frente a los apremiantes desafíos nacionales y mundiales”.

Así, la cuestión ahora no es cómo hacer retroceder la conquista mundial de la IA, sino cómo asegurar nuevas fuentes de energía a toda prisa, cómo poner límites estratégicos a la intensidad de las tasas de crecimiento y consumo del sector, y cómo garantizar que la IA se emplee de forma responsable y en beneficio del sector energético, la nación, el público y el mundo en su conjunto.

Con este fin, el Departamento de Energía de Estados Unidos (DoE) ha propuesto una nueva iniciativa a nivel de toda la agencia para “aprovechar y hacer avanzar la inteligencia artificial en beneficio del público”, según informa Axios.

Acciones

Este mismo mes, el DoE ha publicado una hoja de ruta para el programa, que se mencionó públicamente por primera vez en mayo de este año.

Fronteras de la Inteligencia Artificial para la Ciencia, la Seguridad y la Tecnología (FASST) incluye la cooperación coordinada de los 17 laboratorios nacionales del DoE.

Este programa se centraría en mantener la competitividad en el sector de la IA a escala mundial, pero también destinaría importantes recursos a la creación de modelos informáticos más eficientes desde el punto de vista energético para evitar comprometer en el proceso los objetivos del país en materia de seguridad energética y clima. Los cinco objetivos generales del programa son:

  • Avanzar en la seguridad nacional
  • Atraer y crear una mano de obra con talento
  • Aprovechar la IA para el descubrimiento científico
  • Abordar los retos energéticos
  • Desarrollar los conocimientos técnicos necesarios para la gobernanza de la IA

Dentro del objetivo «abordar los retos energéticos», el Departamento de Energía afirma que «FASST desbloqueará nuevas fuentes de energía limpia, optimizará la producción de energía y mejorará la resistencia de la red, y construirá la economía energética avanzada del mañana». Estados Unidos necesita energía de bajo costo para apoyar el crecimiento económico y el FASST puede ayudarnos a superar este reto».

Aunque el programa FASST propuesto será un primer paso fundamental en la dirección correcta para el crecimiento responsable y la aplicación de la Inteligencia Artificial en Estados Unidos, aún necesita la autorización y financiación del Congreso para ponerse en marcha. Ya se ha presentado un proyecto de ley bipartidista en el Senado.

El FMI y Estados Unidos preocupados por deuda de Cammesa

Luego de que el gobierno ofreció pagar con bonos la deuda con generadoras de energía, el Fondo Monetario Internacional (FMI), la embajada de los Estados Unidos, el Departamento de Estado y el Departamento de Energía están preocupados por la “ruptura de contratos”.

Así lo afirmó el presidente de AES Argentina, Martín Genesio, en medio de la polémica entre el Gobierno y las generadoras eléctricas luego de que la Secretaría de Energía instrumentara el pago de la deuda por subsidios con el bono AE38, que implica una quita del 50%, según las empresas.

AES Argentina es una de las pocas empresas multinacionales que operan en el sector eléctrico.

Genesio dijo que recibió llamadas del FMI y de los Estados Unidos para preguntarle más sobre el impacto en las compañías energéticas de las resoluciones 58 y 66.

“Romper un contrato es una muy mala señal. Mi expectativa es que se pueda solucionar de otra forma y no se rompan acuerdos previos”, aseguró Genesio, en el marco del seminario de Energía organizado por LIDE.

El alto ejecutivo dijo que “como empresa de Estados Unidos tenemos conversaciones permanentes con estas instituciones que preguntaron cómo se va a resolver la deuda”.

Las empresas enroladas en la Asociación de Generadores de Energía Eléctrica de la República Argentina (AGEERA) rechazaron la propuesta del ministro de Economía, Luis Caputo, para pagarles en bonos la deuda que mantiene CAMMESA por más de 1.000 millones de dólares.

La propuesta gubernamental ideada por Caputo consiste en cancelar la deuda por subsidios energéticos, que en el documento oficial se reconoce que a fines de abril alcanzaba $1.074.258.000.000, con una quita del 50% mediante la entrega de un bono en dólares (AE38) para diferir los montos vencidos correspondientes a diciembre y enero.

A las pocas horas de la oficialización, AGEERA le hizo llegar una nota al Ministerio de Economía en la que enumera siete puntos por los que rechaza esta forma de pago.

En la carta firmada por Gabriel Baldassarre, presidente de AGEERA, se indica que la propuesta “impacta en los compromisos financieros asumidos por algunos Generadores con quienes otorgaron financiamiento para desarrollar las inversiones en sus respectivas centrales”.

También se alerta que aceptar este método de pago supone “una quita adicional en la remuneración de los generadores que venden su energía al Spot en pesos, la cual ya se ha visto desvalorizada fuertemente por la elevada inflación de los últimos meses”.

AGEERA alertó que “una modificación unilateral, tanto en los contratos como en los demás derechos adquiridos, repercutiría fuertemente en el mercado eléctrico y las señales para inversión futura, así como en la credibilidad financiera de las empresas, del mercado y del país”.

En ese sentido, agrega que “un problema financiero del mercado energético se convertiría en un incumplimiento del Estado Nacional, fuerte signo de falta de seguridad jurídica”.

EIA prevé alza del 5% en producción petrolera de EEUU

La Administración de Información de Energía (EIA) pronosticó que la producción petrolera de Estados Unidos aumentará cerca de un 5% en 2023, mientras que la demanda de combustible crecerá un 1%, al tiempo que recortó sus estimaciones para los precios del Brent y del crudo estadounidense.
La producción de crudo se incrementará en un 5,1%, hasta los 12,53 millones de barriles diarios (bpd) en 2023, y un 1,3% el año siguiente, hasta los 12,69 millones de bpd, dijo la EIA en su informe Perspectivas Energéticas a Corto Plazo.
El consumo total de petróleo subirá casi un 1%, a 20,5 millones de bpd en 2023, y un 1,4% en 2024, a 20,8 millones de bpd, según la EIA.
El crecimiento de la demanda energética contribuirá a equilibrar el mercado mundial del petróleo entre el tercer trimestre de 2023 y el primero de 2024, señaló.
En el último informe, la EIA rebajó las previsiones de los precios al contado del referencial internacional Brent y del West Texas Intermediate estadounidense (WTI).
Ahora prevé que los precios al contado del Brent se sitúen en un promedio de 78,65 dólares por barril en 2023, frente a los 85,01 dólares previos. El precio promedio del WTI será de 73,62 dólares, frente a los 79,24 dólares anteriores.
Según la EIA, los precios al por menor de la gasolina durante la temporada alta de viajes del verano boreal de este año rondarán los 3,40 dólares por galón, un 20% menos que en el mismo periodo del año anterior.