Livent, que desarrolla inversiones por 1.400 millones de dólares en su proyecto Fénix, en Catamarca, analiza la posibilidad de encarar una tercera etapa de ampliación para alcanzar hacia 2030 las 100.000 toneladas de carbonato de litio en la Argentina.
Así lo planteó en diálogo con Télam el director de Asuntos Corporativos de Livent, Ignacio Costa, quien destacó que la compañía lleva 25 años de producción en Catamarca como parte de su tarea de suministro de tecnología de litio, componentes de alta performance para la fabricación de baterías y celdas para la industria automotriz y otras más diversas.
En el contexto del incremento de producción del mineral en el país, Costa explicó que “sólo Livent tiene una capacidad que a fin de año alcanzará las 30.000 toneladas de carbonato de litio equivalente, que a finales de 2024 será de 40.000 tns y de 2026 será 70.000, que es lo comprometido en el plan negocios”.
“Cada una de esas plantas, cada una de esas expansiones son alrededor de 700 millones de dólares, por eso hablamos de una inversión actual de 1.400 millones de dólares. Pero está en estudio una nueva ampliación que permitiría pasar hacia 2029/2030 a unas 100.000 tns”, aclaró el directivo.
Más allá de las perspectivas de la compañía, Costa consideró que “la Argentina tiene una enorme oportunidad de potenciar el upstream, potenciar la producción del carbonato para poder ser incluso el segundo productor global. Eso nos va a dar muchas más exportaciones, muchas más divisas, va a ayudar a cumplir ese rol de responsabilidad que creemos que el mundo”.
“Hoy -entendió- el mundo pide que Argentina cumpla con responsabilidad el rol de ser suministro confiable de carbonato de litio de alta calidad que necesita la industria. Esa es la ventana de oportunidad que no hay que perder, lo cual no impide que mañana podamos desarrollar baterías de litio en la Argentina, pero hay que esperar que madure la producción y multiplique el potencial”.
En un contexto más amplio de condiciones de inversión, Costa aseguró que “en el país la industria del litio viene manteniendo estable sus reglas desde la década de los ‘90 con la Ley de Inversiones Mineras, que posibilitó que hoy estemos preparados para captar esa ventana de oportunidad. Creo que todos los gobiernos fueron muy consistentes y la sociedad civil apoyó”.
“El Estado tiene un rol controlador que cumple muy bien y mantiene el marco regulatorio. Son mensajes hacia el inversor extranjero extremadamente necesarios, porque las empresas están más acostumbradas a manejar los vaivenes económicos que la volatilidad política que genera aversión al riesgo, no solamente Argentina, en cualquier país del mundo”, aseguró Costa.
Finalmente, se manifestó a favor de que “el Estado coordine un plan de infraestructura donde los privados puedan aportar, donde los gobiernos puedan aportar, buscando juntos el financiamiento para poder llevar a cabo esos proyectos, para lo cual hay que mejorar la coordinación”.
“El NOA en Argentina no es de las regiones más desarrolladas en infraestructura y hoy está teniendo y va a tener aún más un shock de inversiones muy grande. Si las empresas y el Estado no planifican la infraestructura, se va a poner un cuello de botella siempre y es una preocupación en la que estamos trabajando y creemos que lo vamos a solucionar”, reseñó el ejecutivo.