Nación confirmó que no se tocará la Ley Corta

La Ley Ómnibus genera muchas dudas en las provincias patagónicas y los gobernadores no temen en salir a marcarle la cancha a Nación. Tal como sucedió con la modificación de la Ley de Pesca, los mandatarios levantaron bandera sobre la defensa del manejo de los recursos naturales.

Es que a través del artículo 98 del proyecto de ley, Nación se atribuía “otorgar permisos, concesiones y autorizaciones” en los yacimientos que hoy están en manos de las provincias. La iniciativa generó la reacción de las provincias y llevó a que el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, saliera a pedirle explicaciones Eduardo Rodríguez Chirillo.

El secretario de Energía de la Nación le transmitió al mandatario neuquino que se trató de un error de redacción y que no se tocaría la Ley Corta.

“Copiaron y pegaron la ley anterior a la sanción de la ley corta y la modificación de la Constitución. Eso es lo que me dijo, que se equivocaron. Pero yo, si pasa, pasa, no, entonces por eso alcé la voz con este tema”, señaló Figueroa en diálogo con LMN.

En el marco de la defensa de la Ley Ómnibus en el Congreso de la Nación, Rodríguez Chirillo confirmó que la modificación del artículo 98 de la Ley 17319 de Hidrocarburos se trató de un error y que Nación no tiene intenciones de modificar la normativa.

“No hay ninguna intención de volver a nacionalizarlos recursos naturales que corresponden a provincias. Ya está rectificado dentro de los cambios que estamos haciendo y conversado con los gobernadores”, afirmó el titular de la cartera energética.

Hay que recordar que lo que proponía la Ley Ómnibus era que el Ejecutivo nacional pueda determinar las zonas del país en las cuales interese promover las actividades regidas por esta ley; otorgar permisos, concesiones y autorizaciones; y autorizar sus cesiones; estipular soluciones arbitrales y designar árbitros; anular concursos; determinas las zonas vedades al reconocimiento superficial; fijar las compensaciones reconocidas a los propietarios superficiarios; y declarar la caducidad o nulidad de permisos, concesiones y autorizaciones.

Vaca Muerta empieza a debatir los desafíos de desarrollar nuevas tecnologías

El gerente general y CEO de INVAP, Vicente Campenni, afirmó que todo el ecosistema que convive en Vaca Muerta tiene por delante el desafío científico y tecnológico de adaptar y corregir los recursos que permitieron su desarrollo en los últimos años a las condiciones particulares, para una nueva etapa de mayor eficiencia y competitividad.

“Vaca Muerta es una demostración de cómo la ciencia y la tecnología va evolucionando y algo que se descubrió hace mucho tiempo recién puede ser explotado y brindar sus frutos ahora, en función de las nuevas áreas de desarrollo”, consideró Campenni en diálogo con Télam.

En este campo, el titular del INVAP destacó que como en muchas áreas “se empieza trayendo tecnología aplicada en otros lados y después se da cuenta que necesita poder corregir, cambiar esa tecnología para las condiciones particulares de la Argentina, condiciones geológicas distintas, operativas e inclusive de distribución geográfica e idiosincrasia”.

El tema ya venía siendo discutido en particular por los expertos de YPF al entender que tras diez años de desarrollo inicial era necesario abordar el desafío de generar los recursos tecnológicos propios, adaptados a la roca madre neuquina, a partir de los desarrollos aprendidos en otras cuencas.

La Argentina es, precisamente, el único país del mundo fuera de los Estados Unidos en que se desarrollan comercialmente los recursos de gas y petróleo no convencionales, pero con una curva de aprendizaje mucho más acelerada.

En ese sentido, Campenni señaló que “aparece la necesidad de generar criterio propio en desarrollo de ciencia y tecnología que permitan encontrar soluciones que se ajusten a las necesidades como país, como territorio y como Nación”.

“El círculo sinérgico -agregó- se da en que se necesita desarrollar talento para poder adaptar las tecnologías que posiblemente estén siendo aplicadas en otros países, pero hay que fomentar el crecimiento de ese talento argentino para adaptar a las condiciones particulares y cubrir las necesidades que se vayan generando”.

A partir de la experiencia del INVAP en distintas áreas de investigación, el experto explicó que “en general para poder obtener los beneficios de cualquier tecnología que tiene un impacto social, territorial o de explotación es necesario tener una capacidad de análisis crítico para poder adaptar esas tecnologías a las condiciones particulares”.

Pero también “hay otras oportunidades porque nuestras condiciones son parecidas a las de otros mercados que todavía no han empezado esta explotación y aparece otro spin off de exportar esas cosas que estamos haciendo”.

Nuevamente refiriéndose al caso de Vaca Muerta, Campenni explicó que “cuando se habla de un proceso tecnológico productivo, en general se necesita una convergencia de muchas especialidades simultáneamente. En una perforación inteligente de un pozo hay parámetros muy severos de temperatura, presión y ambientales, que se abordan con análisis de materiales para su resistencia, electrónica, mecanismos, comunicación de datos“.

“En general el desarrollo tecnológico para este tipo de procesos es sistémico, requieren de una convergencia de muchas especialidades, de equipos que analicen cómo obtener ese cambio, esa evolución de la tecnología teniendo en cuenta multiplicidad de factores”, reseñó.

A partir de ese enfoque de convergencia, hoy sin dudas “la tecnología habilitante es la inteligencia artificial que permite hacer otras cosas más fácilmente o mejor, aunque no resuelve el problema en sí mismo, porque al igual que mucha tecnología que hoy aparecen necesitan ser acopladas a una visión más sistémica para optimizar los resultados”.

Esa perspectiva vuelve la mirada al desarrollo del talento, una capacidad que para el investigador del Invap es “muy apreciada en el exterior, pero no tan apreciada en el país, porque funciona, no es noticia y pasa desapercibida”.

“Necesitamos divulgar -concluyó- que hay una capacidad de desarrollo en educación académica, investigación, ciencia y tecnología y cómo se puede traducir en proyectos productivos que funcionan y completan un círculo virtuoso para el desarrollo económico del país, porque termina siendo un impacto social en todo el ecosistema en el que se produce”.