La clase media será una de las más perjudicadas con el aumento de tarifas que propone el Gobierno nacional. En la audiencia pública, el secretario de Energía de la Nación, Eduardo Rodríguez Chirillo, explicó que se retirarán los subsidios a las mayoristas en tres tramos: febrero, marzo y abril. Y esto tendría un efecto considerable en la factura de cada hogar.

Las dudas se dispararon, pero ya se hacen proyecciones. Si el plan de la gestión de Javier Milei se lleva a cabo tal cual se estipula, un hogar de clase media pasaría de pagar 4 mil pesos a 25 mil pesos en su tarifa de gas.

Para entender cómo se llega a esa proyección hay que tener en cuenta una serie de disposiciones del Ejecutivo y conceptos de las boletas de servicios públicos.

En su boleta de luz y gas, un usuario  paga 8 componentes: dos de ellos son impuestos (nacionales, provinciales y municipales); otro componente que es el precio mayorista, es decir cuánto sale producir el gas natural o los megavatios eléctricos; y dos componentes en luz y dos componentes en gas están regulados, que son transporte y distribución. Esto implica que las prestadoras de servicio no pueden poner el precio que ellas quieran, sino que tienen que esperar que el ente regulador sea Enargas o el ENRE definan esos cuadros tarifarios.

Cuánto las autoridades deciden aumentar los servicios públicos o bajar los subsidios, se debe saber cuál de todos estos elementos se tocan.

En este sentido, el Gobierno nacional emitió dos decretos de necesidad y urgencia (DNU). Uno de ellos establece una revisión tarifaria integral para transporte y distribución tanto de electricidad como en gas. El estudio implicará saber cuáles son los ingresos, la inflación, las inversiones y la rentabilidad de las prestadoras de servicio. El trabajo del ENRE y el Enargas se extenderá por un año.

El segundo DNU implicó que Nación le exija a la Secretaría de Energía llevar a cabo una revisión tarifaria donde solamente se va a subsidiar un porcentaje de los ingresos del grupo conviviente en un hogar tanto para energía eléctrica como para el gas.

La novedad fue que los subsidios serán retirados en tres tramos de un 33%. Esto despertó las alarmas y comenzó a generar incertidumbre entre los usuarios de ingresos medios. “Ya no estamos hablando de transporte y distribución, sino que va más allá. El secretario de Energía tiene facultades para eliminar los subsidios a la energía eléctrica mayorista o al precio del gas mayorista y lo que dice es voy a sacar todo el subsidio mayorista y lo voy a hacer en tres meses. Esa fue la gran definición de la audiencia”, consideró Juan José Carbajales, titular de la consultora Paspartú.

Factura con ajuste

El precio de gas mayorista está fijado mediante los contratos del Plan Gas.Ar y tiene un valor promedio de 4,30 dólares por millón de BTU. La gestión de Alberto Fernández llevó a cabo una segmentación que dividió a la población en tres niveles: nivel 1 de altos ingresos, nivel 2 de bajos ingresos con tarifa social y nivel 3 de ingresos medios. De esos 4,3 dólares, el nivel 1 paga el 1,1%, el nivel 2 paga el 0,1% y el nivel 3 paga el 0,6%.

Otro dato para tener en cuenta es que el nivel 1 no sentirá tanto el incremento de las facturas y el nivel 2 está fuertemente subsidiada, por lo que el nivel 3 (la clase media) sentirá el golpe del ajuste.

“La clase media puede estar pagando un consumo medio de 4 mil pesos. Obviamente hay que ver qué pasa con transporte y distribución porque no sabemos el resultado de la audiencia. Sin embargo, hablando solamente del componente mayorista, la clase media podría llegar a pagar 25 mil pesos”, explicó Carbajales en diálogo con Radio Con Vos.

El otro anuncio que realizó Rodríguez Chirillo fue la implementación de una canasta básica energética, que implicará un bloque de energía tanto en gas natural como en energía eléctrica que será subsidiado por el Gobierno. “Uno tendrá una cantidad de energía disponible con subsidio y si se pasa se pasará a pagar la tarifa plena. Esto también puede ser para la clase baja (nivel 1), pero no sabemos ese nivel dónde va a quedar. No lo explicaron”, destacó el exsubsecretario de Hidrocarburos de la Nación.

Para Carbajales, el incremento de las tarifas tiene lógica y se repite lo que se vivió en 2015-2016 cuando el gobierno de Mauricio Macri intentó sincerar el precio de los servicios. El problema es que este tarifazo se da un contexto de alta inflación y donde la clase media no para de recibir golpes al bolsillo.

Asimismo, no hay que pasar por alto el fallo CEPIS de la Corte, que establece que el ajuste debe hacerse de manera proporcional y gradual. “El secretario de Energía dijo que como lo va a dividir en tres meses, va a cumplir con el fallo. Yo la verdad que tengo dudas si realmente es gradual y si es razonable quitar así en tres meses todos los subsidios al precio mayorista”, advirtió.