YPF informó que sus ganancias previas al pago de impuestos y amortizaciones (Ebitda) alcanzaron los US$ 1.044 millones en el primer trimestre, un 5% superior a igual período de 2022, mientras que la producción total de petróleo fue de 238 mil barriles diarios, lo que implicó un crecimiento del 7% frente a enero-marzo del año pasado, la marca trimestral más alta desde 2016.

De esta forma, la compañía consolidó una ganancia neta de $ 58.600 millones y continuó con su plan de inversiones de US$ 5.000 millones para 2023, de los cuales ya invirtió 1.300 millones en el primer trimestre, casi un 80% más respecto al mismo período de 2022.

La actividad no convencional continuó siendo el principal eje de desarrollo de la compañía, con más del 44% de la producción total, luego de que la producción total de shale mostrara un crecimiento del 31% y el gas no convencional casi un 10% en relación con igual trimestre del año anterior.

“Este resultado es producto de las mejoras operativas desarrolladas por la compañía en Vaca Muerta, donde se mantuvieron altos estándares de eficiencia en los tiempos de perforación y fractura de los pozos y la marca más alta en la cantidad de nuevas perforaciones de pozos horizontales”, señaló la empresa en un comunicado.

Por el lado de los segmentos de industrialización y comercialización, las ventas domésticas de combustibles, en el primer trimestre del año, resultaron un 4% superior a igual lapso de 2022, lideradas por las naftas con un incremento de 7%.

En el primer trimestre, los niveles de procesamiento en las refinerías alcanzaron el valor más alto de los últimos 13 años, con un crecimiento del 9% respecto al año anterior y una tasa de utilización del 94%.

Por último, en materia financiera, el flujo de caja libre fue levemente negativo en 17 millones de dólares y el nivel de endeudamiento neto se mantuvo en una relación de 1,2 veces con el Ebitda ajustado.