Solange Freile, presidente de Elementa Energía y parte de Transición Energética Sostenible (TES), lidera un proyecto de energía solar sin precedentes en la Patagonia. La meta es construir el primer parque solar de generación distribuida comunitaria en Comodoro Rivadavia, convirtiendo a Chubut en un epicentro de la energía renovable y el desarrollo sustentable en Argentina.

La propuesta de Freile no se limita a construir un parque solar. En sus palabras, busca “transformar la Patagonia en un territorio que exprese toda su belleza y potencial”.

Vaca Viva: una metáfora para la transición energética

La empresaria utilizó la idea de una “Vaca Viva” como metáfora de un nuevo paradigma energético que reemplace el modelo de dependencia fósil por uno de energías limpias y sostenibles. Su visión es que Comodoro y la región se conviertan en “una Vaca Viva y Verde, que produzca energía limpia para Argentina y el mundo”.

“La vieja energía fósil, como el petróleo, va en contramano de los objetivos de 2030 y 2050 para reducir las emisiones de carbono. Sin embargo, podemos aprovechar lo aprendido en la industria petrolera para liderar la transición energética,” aseguró Freile en el marco de las “IX Jornadas de Economías Regionales en Patagonia 2024”, que realizó la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.

El concepto de generación distribuida comunitaria que lidera Elementa Energía tiene un enfoque colaborativo y descentralizado. Este modelo permite a personas y empresas sin espacio propio generar energía verde en un parque compartido, ubicado cerca de los puntos de consumo.

Este sistema reduce las pérdidas de energía por transmisión, al tener los centros de producción cerca de los usuarios. Además, al generar en forma comunitaria, los costos de inversión y mantenimiento disminuyen, haciendo que la energía limpia sea más accesible para todos.

Un parque solar único

La generación distribuida comunitaria ofrece varios beneficios ambientales. Entre ellos, la disminución de emisiones, la desaceleración del cambio climático, el aprovechamiento de los recursos renovables de la región y la reducción de la dependencia de las centrales eléctricas tradicionales.

Freile destacó que la proximidad entre los puntos de generación y consumo no solo reduce pérdidas en la transmisión de energía, sino que fortalece la independencia y autonomía de las comunidades. “La generación distribuida hace el sistema eléctrico más confiable y resiliente. Si falla una fuente, las otras pueden sostener el suministro”, afirmó.

La implementación del parque solar comunitario no solo contribuye a la transición energética, sino que también genera empleo. Desde la construcción del parque hasta su mantenimiento y administración, el proyecto abrirá puestos de trabajo y nuevas oportunidades para los habitantes de la región.

La titular de Elementa Energía destacó la importancia de la creación de empleo a nivel local, subrayando que el proyecto requiere personal técnico y de gestión, además de especialistas en sistemas para el manejo digital de la planta.

Un futuro verde

Freile y el equipo de TES han proyectado la creación de dos hubs de energías limpias en un 2,5% del territorio provincial para la producción de hidrógeno. Con esta proporción de superficie, Chubut podría generar hasta 13.000 megavatios, cubriendo el 25% de la demanda de energía de Argentina.

La inversión en hidrógeno verde es significativa. Producir 632.000 toneladas de hidrógeno requeriría aproximadamente 32.500 millones de dólares y la creación de una fuerza laboral masiva. Durante la construcción, el proyecto podría emplear hasta 2.350 personas, y una vez operativo, el parque requeriría unos 1.066 trabajadores permanentes.

Aprovechar el legado del petróleo

Freile subrayó la oportunidad histórica de transformar la economía energética de la región. Gracias a la infraestructura y el conocimiento generado durante décadas por la industria petrolera, Chubut tiene un potencial inigualable para liderar la transición energética en Argentina.

“Hace 100 años, el petróleo nos convirtió en un referente energético mundial. Hoy, esa experiencia puede servirnos para convertirnos en un líder en energías limpias,” afirmó la empresaria. Su visión es que la Patagonia siga siendo una fuerza económica, pero basada en recursos renovables y un desarrollo sustentable.

Para la empresaria, el objetivo final no es solo implementar proyectos de energía renovable, sino cambiar la forma en que se concibe el desarrollo en la región. La transición energética, sostiene, es una inversión estratégica para el futuro de Chubut y de Argentina en su conjunto.

El llamado de Freile es claro: invita a todos a sumarse a la transformación energética y aprovechar el potencial infinito de la Patagonia. La líder de Elementa Energía destacó que, aunque el camino de la transición es desafiante, su impacto será duradero y transformador.

“Estamos hablando de recursos inagotables como el sol y el viento. Con esfuerzo y compromiso, podemos ser punta de lanza en la transición energética y construir un futuro sustentable para la Patagonia”, sostuvo Freile.