El estudio de factibilidad presentado por McEwen Copper Inc. confirmó que el Proyecto Los Azules, ubicado en San Juan, es técnica y económicamente viable. El emprendimiento cuprífero proyecta producir cátodos de cobre de alta pureza, con una vida útil de 21 años y un diseño sustentable que reduce en más de un 70% la huella ambiental frente a operaciones tradicionales.
Según la compañía, el proyecto ingresó al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), cuenta con permisos ambientales aprobados y busca convertirse en la primera mina de cobre regenerativa de la Argentina.
El presidente y principal accionista de la empresa, Rob McEwen, destacó que Los Azules será “un activo de larga vida útil que jugará un rol clave en la transición global hacia la energía limpia”. Agregó que el cobre es fundamental para la electrificación y que la compañía está preparada para producir de manera responsable y eficiente.
Por su parte, Michael Meding, vicepresidente y gerente general del proyecto, subrayó que se trata de “una hoja de ruta clara y ejecutable”, respaldada por experiencia operativa en el país y alianzas estratégicas para financiar infraestructura crítica.
El estudio de factibilidad independiente, realizado bajo el estándar NI 43-101, concluye que la iniciativa presenta un VAN (8%) de USD 2.940 millones después de impuestos, una TIR del 19,8% y un plazo de repago de 3,9 años. La inversión inicial estimada es de USD 3.170 millones.

Alta producción y bajos costos operativos
Los Azules proyecta una producción promedio de 204.800 toneladas anuales de cátodos de cobre en sus primeros cinco años de operación y 148.200 toneladas anuales durante toda su vida útil. El costo en efectivo C1 será de USD 1,71 por libra, con un costo total sostenido (AISC) de USD 2,11 por libra.
El yacimiento alberga 10.200 millones de libras de cobre en reservas probadas y probables, además de importantes recursos medidos, indicados e inferidos que podrían extender la operación más allá de los 30 años con tecnologías complementarias.
La operación se basará en lixiviación en pilas y un proceso SX/EW que permite obtener cobre Grado A (99,99%) directamente en el sitio, sin necesidad de fundición. Este enfoque elimina la generación de relaves y reduce costos logísticos y ambientales.
Energía renovable y menor huella de carbono
Uno de los pilares del proyecto es su perfil ambiental. La iniciativa contempla el uso de energía 100% renovable —eólica, hidráulica y solar— y una reducción del 72% en las emisiones de carbono respecto de operaciones convencionales. La meta es alcanzar la neutralidad de carbono para 2038.
Además, el consumo de agua se reducirá en un 74% en comparación con una planta concentradora tradicional. El diseño no requiere diques de relaves y posiciona a Los Azules entre las minas con menor intensidad de carbono a nivel mundial, con 1.082 kg CO₂-e/t Cu frente al promedio de 4.026 kg CO₂-e/t Cu de la industria.
La empresa energética YPF Luz financiará la construcción de la línea de transmisión eléctrica, mientras que fabricantes de equipos como Komatsu y Sandvik presentaron propuestas preliminares de financiamiento.
Apoyo estratégico y financiamiento internacional
El proyecto cuenta con el respaldo de socios estratégicos como Stellantis y Nuton —una iniciativa tecnológica de Rio Tinto—, además de un acuerdo de colaboración con International Finance Corporation (IFC), miembro del Grupo Banco Mundial. Este acuerdo busca alinear el proyecto con los estándares ESG de la IFC y facilitar un potencial financiamiento futuro.
La estructura accionaria actual incluye a McEwen Inc. (46,4%), Stellantis (18,3%), Nuton (17,2%), Rob McEwen (12,7%) y otros accionistas minoritarios. En total, las propuestas preliminares podrían respaldar más de USD 1.100 millones en financiamiento para equipamiento e infraestructura.
A nivel regulatorio, el proyecto obtuvo la Declaración de Impacto Ambiental en diciembre de 2024 y su adhesión al RIGI en septiembre de 2025, asegurando estabilidad legal y tributaria por tres décadas.

Oportunidades de expansión y tecnología
El plan base considera la explotación de sulfuros secundarios mediante lixiviación convencional, pero la compañía analiza incorporar la tecnología Nuton® para procesar sulfuros primarios y extender la vida útil de la mina. Esta tecnología podría elevar las recuperaciones a más del 76% y permitir una operación de bajo impacto ambiental sin relaves adicionales.
Los Azules también planea explorar cuatro objetivos cercanos al yacimiento principal —Tango, Pórfido Norte, Franca y Mercedes—, lo que podría aumentar los recursos y la capacidad productiva.
El cronograma contempla iniciar la construcción en 2026, comenzar las operaciones SX/EW en 2029 y obtener el primer cátodo en 2030. El informe técnico NI 43-101 será presentado en un plazo de 45 días.
El proyecto fue diseñado para diferenciarse de las minas de cobre convencionales. Además de operar con energía renovable y bajo consumo de agua, busca generar impactos positivos en el ecosistema andino, la biodiversidad local y las comunidades vecinas.
Según la compañía, Los Azules se ubicaría en el puesto 26 a nivel mundial en producción anual de cobre una vez en marcha, y en el décimo lugar en recursos minerales totales entre depósitos sin desarrollar. Su perfil ESG lo convertiría en un modelo para la industria cuprífera global.


