La empresa estatal brasileña Petrobras concretó por primera vez una importación de gas natural no convencional desde la formación Vaca Muerta, en la cuenca neuquina. La operación marcó un paso significativo en la integración energética del Cono Sur tras un año de negociaciones entre los gobiernos de Argentina, Bolivia y Brasil.
Según detalló la compañía, el viernes pasado se transportaron 100.000 metros cúbicos de gas natural mediante la red de gasoductos que vincula Argentina con Bolivia y, desde allí, con Brasil. El envío se realizó en colaboración con Pluspetrol, dentro de un acuerdo que habilita importaciones interrumpibles de hasta 2 millones de metros cúbicos.
Petrobras y una nueva ruta de abastecimiento energético
El director de Transición Energética y Sustentabilidad de Petrobras señaló que esta solución “abre una nueva posibilidad para la importación de gas natural en Brasil” y refleja el compromiso de la empresa con la expansión del suministro energético y el desarrollo sostenible del mercado gasífero.
La operación se concretó utilizando la infraestructura de gasoductos existente entre Argentina, Bolivia y Brasil, sin requerir inversiones adicionales. Este esquema representa un avance logístico y operativo que optimiza los corredores energéticos de la región.
No es la primera vez que el gas neuquino llega a Brasil. En abril, TotalEnergies abasteció a Matrix Energia, en São Paulo, con 500.000 metros cúbicos diarios durante diez días, utilizando los mismos ductos. Esa experiencia inicial permitió validar la capacidad técnica del sistema para exportaciones de mayor escala.
Potencial exportador de Vaca Muerta
El acuerdo entre Petrobras y Pluspetrol apunta a profundizar la integración energética regional y consolidar a Vaca Muerta como proveedor competitivo de gas natural en América del Sur. El envío experimental permitió evaluar aspectos técnicos, logísticos y comerciales, fundamentales para el desarrollo de un esquema de exportaciones regulares.
Para Brasil, esta alternativa amplía la diversificación de su matriz energética y reduce su dependencia del gas natural licuado importado. Además, aprovecha una infraestructura ya operativa que facilita la recepción de gas argentino sin nuevos desarrollos de transporte.
Para Argentina, la operación es un paso estratégico para posicionar a Vaca Muerta como un polo exportador regional. La posibilidad de aumentar los volúmenes enviados a mercados vecinos refuerza su rol dentro del mapa energético sudamericano y genera oportunidades para futuras inversiones en infraestructura de producción y transporte.





